viernes, 26 de agosto de 2011

Paz... sólo Paz



Para hacer la paz se necesitan por lo menos dos, mas para hacer la guerra basta uno sólo.

Neville Chamberlain



Hay algo tan necesario como el pan de cada día, y es la paz de cada día. La paz sin la cual el pan es amargo.

Amado Nervo



Si queremos un mundo de paz y de justicia hay que poner decididamente la inteligencia al servicio del amor.

Antoine De Saint Exupery



Más que mil palabras inútiles, vale una sola que otorgue paz.

Buda



A través de la paz interior se puede conseguir la paz mundial. Aquí la responsabilidad individual es bastante clara ya que la atmósfera de paz debe ser creada dentro de uno mismo, entonces se podrá crear en la familia y luego en la comunidad.

Dalai Lama



Si no tenemos paz en el mundo, es porque hemos olvidado que nos pertenecemos el uno al otro, que ese hombre, esa mujer, esa criatura, es mi hermano o mi hermana.

Madre Teresa De Calcuta



Imagina a toda la gente viviendo la vida en paz.

John Lennon



La paz es un don de Dios y, al mismo tiempo, una tarea de todos.

Juan Pablo II



Hay que cuidar al mundo, proteger el amor, la paz, la justicia.

Chavela Vargas



Si quieres la paz, no hables con tus amigos, sino con tus enemigos.

Moshé Dayán



Denle una oportunidad a la paz.

John Lennon



No basta con hablar de paz. Uno debe creer en ella. Y no es suficiente con creer. Hay que trabajar para conseguirla.

Eleanor Roosevelt



Ojo por ojo, y el mundo acabará ciego.

Ghandi



Puesto que las guerras nacen en la mente de los hombres, es en la mente de los hombres donde deben erigirse los baluartes de la paz.

(Acta Constitucional de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura.)



¿Qué clase de paz buscamos? Yo hablo de la paz verdadera, la clase de paz que vuelve a la vida en la tierra digna de ser vivida, la clase que permite a los hombres y a las naciones crecer, esperar y contruir una vida mejor para sus hijos.

John F. Kennedy



"En sus días florecerá la justicia, y dilatada paz hasta que no haya luna; dominará de mar a mar, desde el Río hasta los confines de la tierra." Salmos 72:7,8

David, Rey de Israel.



En la casa en que entréis, decid primero: "Paz a esta casa". Y si hubiere allí un hijo de paz, vuestra paz reposará sobre él; si no, se volverá a vosotros. Lucas 10:5,6

Jesucristo.



viernes, 19 de agosto de 2011

Nueva cita bíblica... ¿en Trabajos? puede ser...

¡¡¡Saludos, Masonautas!!!

Como todos saben, en los Trabajos de Masonería (cualesquier grado de que se trate), suele leerse un pasaje bíblico veterotestamentario --que por juramento no citaré en este blog, no obstante son vox populli--. Éstas mismas provienen de una tradición que se remonta a varios siglos de distancia, por lo que son inalterables, pues también es sabido que los francmasones somos profundamente tradicionalistas.

Sin embargo, en mi experiencia propia, he visto que aquellos a quienes respetuosamente llamamos "Hermanos" suelen despedazarse con singular alegría cuando de escalar posiciones en Gran Logia o en su propio Taller se trata. Y no es broma. Es una de las razones por las cuales decidí dejar esa Masonería oportunista, politiquera y ambiciosa que se contrapone a los Principios e Ideales que pregonamos de manera tan entusiasta, pero que llevados a la realidad "verdadera" apenas si funcionan como un referente histórico o un mero slogan publicitario para atraer nuevos miembros.

No estaría de más que en pos a esos Hermanos Masones cuya ambición personal los ha cegado de la Verdadera Masonería Vocacionada, de la que tan atinadamente habla el V.'. H.'. Ricardo Ricart Vila. Pensando en que la Masonería debe ser rescatada de esos "Profanos con mandil" (como también alguna vez se me llamó injustamente, pero bueno, cada quien su opinión tendrá de mí y se respeta), propongo, desde éste humilde espacio cibernético, que se integre una nueva cita bíblica (ésta vez neotestamentaria) que nos recuerde que estamos en Logia para ser Hermanos, no enemigos.

Y si no, pues no está de más que nos la aprendamos, la memoricemos y la citemos de cuando en cuando. Que la recordemos cada vez que veamos o escuchemos de los problemas en el seno de nuestros talleres, que cada vez son menos "remanso de paz y tranquilidad" y más hervidero de chismes y puñaladas traicioneras.

La cita es:

"NO BUSQUEMOS LA GLORIA VANA: QUE NO HAYA ENTRE NOSOTROS PROVOCACIONES NI RIVALIDADES".
--Gálatas, 5, 26.

Es cuanto.



jueves, 11 de agosto de 2011

Cómo reconocer a un masón

Hace algunos meses, en un foro de Masonería, alguien tuvo a bien hacer la pregunta acerca de cómo reconocer a un Hermano Masón en la calle. Simpáticamente, uno de los foristas respondió: “A menos que ande despistado y no se haya quitado el mandil…”. En efecto, por regla general, no se reconoce a un masón (si sabe este ser discreto), pues debe comportarse como una persona normal. Claro está, nunca falta el deschavetado que orondamente anda presumiendo a diestra y siniestra de su calidad como Francmasón. Pocos suelen creerle, pero de que los hay, los hay.

La discreción es parte fundamental del bagaje masónico. De hecho, muy escasos son aquellos que andan soltando a bocajarro que pertenecen a una Logia, que están en la Masonería y que tienen tal o cual grado. Los masones suelen ser más discretos entre sus familiares –en especial si son ultramontanistas o aristotélicos-tomistas que señalan con su dedo de fuego a todos los protervos del averno—y muy especialmente, en su trabajo cotidiano, más si tienen un jefe que vea con ojos torvos a toda muestra de humanismo, iluminismo y cabalismo… por citar algo.

Mas no siempre es así… de hecho, no conozco a nadie que se haya parado en medio de una plaza pública a gritar que es masón y que le vale madres lo que piense la gente, el cura del pueblo o su suegra. No obstante, sí hay forma de saber cuando una persona es masón o al menos, tiene ínfulas de serlo (pues hay muchos que se comportan como tales sin serlo).

A continuación, les muestro varios puntos que, además de ilustrar cómo se puede identificar a un posible masón, muestran cuán predecibles somos los legionarios de la Escuadra y el Compás (al menos en México):

1.- No se pierde los actos cívicos dedicados a Benito Juarez, es decir, cada 21 de marzo y 18 de julio, se levanta temprano, se pone su guayabera (infaltable) y sus pantalones negros y se encamina al lugar donde se llevará a cabo el acto cívico. Eso sí, el masón suele ser profundamente respetuoso durante toda la ceremonia.

2.- Tiene una fotografía, imagen, pintura, grabado, repujado o litografía de Benito Juárez. Ésta no falla: es casi como identificar a un médico por su estetoscopio o a un sacerdote por su estola. En especial si es abogado, suele poner la imagen en un lugar preferente, donde todo mundo lo vea.

3.- En las redes sociales (Facebook y Twitter), pretende mantener oculta su identidad llamándose “Hiram Abiff”… ésta es la más sublime, pues quien es masón inmediatamente supone que el susodicho también lo es. Hay múltiples variantes: @HiramAbiff, @hiram_abiff, @Hiram_Abi, @hiramabbi, @HiramAbba, etc., etc., etc. Cualquiera de estas es señal inequívoca de que el usuario ES masón.

4.- De igual manera, en cualquiera de las citadas redes sociales, suele utilizar una imagen ad hoc con la Orden (al menos así cree él). Casi siempre es el emblema de la escuadra y el compás (en sus múltiples variantes de posiciones, estilos y colores), pero también suele utilizar un obrero picando piedra, un templario, un Ara con todo y pavimento ajedrezado, él mismo ataviado con su regalía, etc. Los más modernos usan un osito de peluche con un mandil.

5.- Se cree descendiente de los Caballeros Templarios. Esto se refleja, además de usar una imagen de estos Caballeros como avatar, en que sabe demasiado sobre la época medieval, enaltece a Jacques de Molay, odia al Papado y a la Realeza, habla de un “Gran MaestrE” y en especial, habla demasiado sobre el honor y la disciplina… ¡ah! y está más que seguro que existe una conspiración mundial.

6.- Firma con tres puntos. Bueno, éste es un clásico, aunque no siempre es distintivo de ser masón. Muchas personas ajenas a la Orden suelen firmar así, sea por ignorar que así lo hacen los masones o porque conscientes de ello, pretenden hacer creer a quien lo vea firmar que en efecto, SÍ es masón. Esto se ve, sobre todo, en los ambientes políticos.

7.- Cuando invita a alguien a comer suele utilizar la expresión “Te invito a compartir el pan y la sal”.

8.- La que más me gusta; trae siempre un anillo con la Escuadra y el Compás. Entre más grande, mejor. Tampoco esto es definitorio, pues hay multitud de sitios web que ofrecen anillos masónicos, y es muy común que los recién iniciados los adquieran dizque para sentirse importantes. Existe la peregrina idea de que cada masón recibe un anillo conforme avanza en su carrera. Esto es falso, por lo menos en los primeros grados. Conozco masones que ostentan el Grado 33º y en efecto, les otorgan un anillo; pero lejos de presumirlo cual esotéricos Liberace, lo atesoran, lo guardan… quizás lo muestren a algunos Hermanos Masones, pero por lo general, sólo los ocupan cuando van a sus reuniones de Altos Grados.

9.- Siempre habla pestes de quienes considera “conservadores” y él mismo se define como “liberal”, utilizando términos decimonónicos, como si aún estuviera en 1860 y él mismo fuera guardia personal de Melchor Ocampo o de Ignacio Luis Vallarta.

10.- Cuando se dirige a algún Profano, utiliza, por costumbre, citar su título y nombre completos.

11.- Durante un servicio religioso, suele poner cara de seriedad, como si supiera y comprendiera todo lo que ocurre alrededor. Eso sí: ni se hinca, ni comulga, a menos que sea absolutamente necesario.

12.- Cuando se encuentra de viaje en otra ciudad, se sienta en un café o en una plaza pública y “discretamente” (bueno, eso cree él) comienza a hacer el signo de orden de su grado, quien quita y alguien lo identifique, lo salude y lo invite a su Logia.

13.- Cuando anda en la calle y ve a lo lejos a otro cofrade, grita sin miramientos “¡Mi Hermano!, un abrazo”. Discretos, discretos, ¿verdad?

14.- Cuando algún profano le pregunta si es masón, baja el volumen de la voz, mira hacia ambos lados y responde con evasivas: “¿Quién te lo dijo?”, “¿Por qué quieres saberlo?” “No, no soy”, o de plano “¿Porqué? ¿Estás interesado en pertenecer?”. Respuestas que causan risa cuando vemos que el aludido porta una enorme cadena con un dije de la escuadra y el compás colgando.

15.- En una librería, se acerca al mostrador a preguntar por libros masónicos, exactamente igual que un adolescente de 13 años cuando va a comprar preservativos.

16.- En el cine, prefiere las películas de arte, o las que tratan temas escabrosos, medievales o sobre conspiraciones.

a) Si el filme es uno de los de El Señor de los Anillos, Harry Potter o Star Wars, se la pasa diciendo “Esto es simbólico”.

b) En cambio, en películas como El Código Da Vinci, Desde el Infierno o El Tesoro Perdido comenta “Esto no es cierto, esto es falso, ¡ay! ¡exageran!”

Si se me ocurre alguna otra, se las pondré con gusto.

domingo, 31 de julio de 2011

De ‘La Libertad’ a ‘mi libertad’ (II Parte de "La Libertad", por el Hno. Favio Mendoza Méndez)

Nuevamente, con la autorización del Hermano Favio Mendoza Méndez, Pást Máster de la Respetable Logia Simbólica "PLUVIUS" No. 62, reproduzco la segunda parte de su Trazado sobre la Libertad.


De ‘La Libertad’ a ‘mi libertad’

En la exposición anterior afirmé que la libertad es un concepto humano (es decir, tiene su origen y existencia en nuestra mente) que constituye un elemento cultural y evolutivo en la conformación de nuestra especie.

La Historia nos da cuenta de las distintas formas en que dicho concepto ha sido valorado en las sociedades humanas, y debemos reconocer que en todo grupo social la cultura está fuertemente influenciada por sus grupos más poderosos, que dirigen la educación, la religión y los medios de comunicación, penetrando así en la mentalidad de toda la población, amén del seguimiento que por emulación hacen las clases bajas al admirarlos.

Simplemente verifiquemos esto en la influencia que los medios ejercen sobre las masas. Es así que la actual percepción de la libertad, los valores, la moral, y otras muchas abstracciones (que dicho sea de paso sólo me son interesantes en la medida de su utilidad) se derivan del “american way” que nos bombardea constantemente en programas y filmes de los que se haya ávida nuestra sociedad mexicana, lo queramos o no.

Por otra parte Erich Fromm insiste en su obra, “El miedo a la libertad”, que dicho concepto varía en su significado de acuerdo con el grado de autoconciencia que cada ser humano posea, es decir, depende de la concepción que cada quien tenga de sí mismo, como un sujeto separado del resto, como un ser independiente.

Es ahí donde nos explica lo que él llama “estado de separatidad”, explicándola con el proceso por el cual el infante descubre su existencia individual y separada, primero de la madre y luego de todo lo demás.

Así que, según su aportación, la percepción de libertad e incluso el disfrute de su experiencia dependerán de ese proceso de individuación, que implica el autoconocimiento y la generación de la propia conciencia.

Solo que el autor citado agrega una gran carga de moralina al enfatizar en la responsabilidad que el concepto trae aparejado y su contraste con el también conceptualizado ‘libertinaje’, o al menos lo expone así desde ‘su percepción’ heredera de la tradición judeocristiana que todos los occidentales mamamos en el hogar, nuevamente lo queramos o no.

Al exponer este tema ante mis cofrades, uno de ellos opinó que en la sociedad actual se identifica al hombre que es así de libre con la figura de “el loco”. Este señalamiento viene muy al caso, porque efectivamente así es visto quien rebasa los límites que el grupo social admite, y se le señala con dedo flamígero como un asocial, amoral, anti institucional, y demás letanías que las autoproclamadas ‘buenas y domesticadas conciencias’ gustan en emplear para hacer evidente su distinción entre ellos y el infame trasgresor.

Pues bien, esta visión social de “el loco” es también un arquetipo recogido en el Tarot con un arcano que representa el ser libre e indómito sin ataduras materiales ni espirituales. “El loco” es simple, natural, bohemio; es “él” sin importarle cómo se vive en el mundo, por ello, no se lo compra con dinero, ni halagos, ni amor, ni nada. Su conocimiento de las cosas es generalmente superior al resto de las personas y desde esa sabiduría y creatividad acciona, olvidando que la cotidianeidad social exige otros códigos y normas, por eso se lo percibe como extravagante y transgresor.

Otra fuente expone a este arcano como un joven que combina sabiduría e insensatez, asociado con el ‘cuánto’ y con la ‘dualidad tiempo/espacio’, símbolo de la extraña naturaleza cuántica de la realidad, de la anarquía que reina en el nanocosmos. El número cero que lleva en el Tarot de Marsella baila entre los opuestos (curiosamente como el andrógino Bafomet). Es un arquetipo itinerante que deriva por el alma como un nómada, representa por tanto un principio de movimiento instintivo, opuesto a todo sedentarismo de la consciencia, a toda acomodación del ego.

Las anteriores citas son un traje a la medida para el siguiente personaje: Diógenes de Sínope, quien a pesar de no ser considerado creador de la escuela de los Cínicos, constituye su mejor exponente. Entre uno de los fragmentos de su ingenio, se dice que habiendo sido invitado por algún riquillo de su época, al entrar en su lujosa y pulcra mansión éste le advirtió que no escupiese en ella, tras lo cual Diógenes arrancó una buena flema y la escupió en la cara del dueño, para decirle después que no le había sido posible hallar un lugar más inmundo en toda la casa (¿Será por eso que animado de ese mismo espíritu me atreví a escupir al rostro de algunos hipócritas?, solo elucubro porque yo de Diógenes no tengo nada, aunque tal vez sólo indicios del síndrome).

Pero de esta rica filosofía y otras cosas los aburriré en la siguiente exposición.

Es cuanto.

FAVIO MENDOZA MÉNDEZ



domingo, 24 de julio de 2011

LA LIBERTAD (en palabras del V.'. H.'. Favio Mendoza)

En días pasados recibí ésta extraordinaria aportación de mi Querido y Venerable Hermano Favio Mendoza Méndez, Pást Máster de mi Madre Logia "Pluvius" No. 62, al Oriente de Orizaba, Veracruz, México. Con su autorización expresa, lo reproduzco en éste espacio para solaz de todos los que el presente vieren.

En una de las conversaciones que sostuve con uno de nuestros cofrades, abordamos someramente el tema que ahora traigo a vosotros, pues me quedé pensando sobre el tema de la libertad de expresión y lo que se dijo sobre la posibilidad de acotarla.

Recuerdo que opiné que habría que empezar por no emplear un término absoluto (como lo es el de “La Libertad”) para tratar de hallar límites a la expresión de las personas.

Porque al considerar a la libertad como un concepto absoluto, entonces no se le podría limitar (al menos para efectos metafísicos y etimológicos), pues lo absoluto se refiere a lo que se piensa es incondicionado e independiente, lo que ‘es’ por sí mismo, que no está sujeto a nada, que no tiene vínculo alguno de dependencia con cualquier otra cosa.

De ser así, entonces intentar poner límites a la Libertad no tendría sentido, e incluso ello iría en contra de la libertad misma.

Pero la realidad es que los humanos sí acotamos las libertades, pues por ello es que han existido tabúes, dogmas, decálogos, así como normas y reglas que regulan no solo la conducta externa humana, sino que algunas incluso han pretendido hacerlo con los pensamientos y deseos.

Pero entonces, ¿la libertad es o no absoluta?, ¿es tan solo un concepto tenido por absoluto?, ¿es una actitud de vida?, ¿o es tan sólo una palabra sobrevaluada y de uso demagógico?

A la Libertad se le suele definir como la capacidad que posee el ser humano de obrar según su propia voluntad, por lo que es responsable de sus actos.

Me llama la atención esta definición pues se enfatiza en que es una capacidad humana, excluyendo por tanto a los que no sean de nuestra especie; además se enfatiza en la responsabilidad que trae aparejada, así que de inicio esta postura cerca el concepto, y por tanto ya no es absoluto. ¿Acaso existe algo que realmente sea absoluto?, ¿o que al menos lo sea para todos los seres humanos sin excepción?

Aquí creo conveniente discernir entre lo que los humanos conceptualizamos de la realidad que nos rodea (incluyéndonos en ella desde luego) y la realidad misma, es decir, la consabida distinción entre el “ser” y el “deber ser”, entre la naturaleza y la idea que de ella se forma el Hombre.

Recordando lo que alguna vez expuse en Pluvius:

“…Comúnmente se piensa que el hombre es moral porque es libre, porque con su libertad es responsable de sus actos, a diferencia del animal, de quien se dice no es responsable porque no es libre. Yo no estoy de acuerdo, porque tal afirmación implicaría que el hombre es libre porque no está sujeto a sus instintos, y que el animal no es libre precisamente por obedecer a los mismos, cuando son éstos, en el contexto de la Naturaleza, el parámetro y límite de la libertad.

En efecto, estoy de acuerdo en que sólo el hombre realiza valoraciones morales, pero no por su libertad sino por su cultura, esto es, en el plano del deber ser, mismo que él ha creado paralelo al de la naturaleza, es decir el plano del ser que es el auténtico vigente y positivo. Por tanto, es la norma moral, o cualquiera de que se trate, la que debe ajustarse al hombre, porque el ser determina el hacer y no al revés.

Es la búsqueda de sentido y explicación del porqué de las cosas lo que lleva al hombre a crear, en el mundo por él reinventado, la justificación de sus actos a los que el mismo hombre califica como buenos o malos, morales o inmorales, dependiendo del interés particular o público o del deseo interno frente a la exigencia externa.

Se dice que sólo existe un hecho moral cuando el hombre tiene la capacidad de decidir; esto es cierto sólo en relación al mundo del deber ser y no del ser, porque en éste último plano el hombre está sujeto a sus instintos los cuales le son ineludibles, y sólo si acaso encausables; mientras que en el otro plano del deber ser sí tiene opciones para elegir.

También se dice que sólo hay libertad moral cuando existe capacidad de decidir para actuar de acuerdo con la razón, sin dejarse dominar por los impulsos o los sentimientos, dicha postura la considero como un ingenuo intento por tratar de escapar de nuestra naturaleza manifestada en nuestros instintos, y al mismo tiempo me parece una pretensión arrogante por pre enjuiciar a la razón y al intelecto, fríos y cerebrales, como algo bueno o positivo en sí mismos, teniendo al movimiento volitivo del instinto como algo malo, penoso, o atávico.

Creo que la auténtica libertad consiste en la adecuación del actuar y razonar del hombre con su propia naturaleza, pero no como un sometimiento de la razón hacia el instinto, sino como una coherencia del deber ser con el ser. Estoy de fijo en que no estamos por encima de la naturaleza, como románticamente nos intentan hacer creer las religiones teístas y en general el idealismo…”

Pero indagando más sobre el tema me sorprendí al hallar lo siguiente: “…la primera representación escrita del concepto "libertad" se cree que es la palabra cuneiforme sumeria Ama-gi. Se cree que es la primera instancia de los seres humanos utilizando la escritura para representar a la idea de "libertad". Traducido literalmente, significa "volver a la madre"…

Desafortunadamente el anterior párrafo tiene muchos “se cree”, lo que no ofrece seguridad sobre la raíz más antigua del significado de la palabra, pero me parece curioso que ello coincida con mi argumento, pues en el plano del “ser” (el real y no el ideal-artificial del “deber ser”) ese retorno a la madre me significa el acercamiento a la naturaleza, siendo ésta quien ciertamente nos marca el alcance de nuestra libertad.

Pero volviendo al punto de poner límites a la libertad, en acatamiento a la naturaleza dicho albedrío no debería tener límites, pero dentro del grupo social en que nos encontramos sí ocurre. Esto es así que por necesidades de convivencia y/o de conveniencia.

Así que, concepto tan poético de “Libertad” de todos modos Juan te llamas, porque si La Libertad tiene su fuente en la mente humana (así como otros muchos más), entonces no se trata de un bien o entidad ajena a él, no tiene el ‘ser’ en sí misma y no es absoluta. Se trata por tanto de un elemento más en la conformación de lo que entendemos por Hombre, luego es un elemento cultural, histórico y hasta evolutivo.

Al tratarse por tanto de un instrumento más que ha generado la mente humana para desenvolverse entre sus iguales de especie y prosperar entre ellos, no es extraño que la misma se vea a veces sobrevaluada, otras devaluada, a veces destacada otras soslayada, pero siempre presente, pues se trata de un elemento necesario para una mejor supervivencia, o lo que equivale al triunfo en la carrera evolutiva.

El darvinismo social apunta a la capacidad de mantener satisfechas las necesidades en el medio en que se habita, lo que implica la detentación de al menos el capital para con él conseguir la fuerza del trabajo y hasta la naturaleza. Sin embargo e irónicamente el humano que así se considera libre depende de los servicios de otros para poder satisfacer sus necesidades con lo que le asegure su subsistencia, y esto le constriñe esa libertad de la que se ufana.

Si ya considero ahora a La libertad como un elemento evolutivo humano, además de su uso en la evolución social con sus factores predisponentes (familia, educación, grupo social, etc.), no hay que olvidar los factores bioquímicos que de hecho son determinantes en la formación del individuo (ejemplo de estudio en neuriociencia), y finalmente los factores desencadenantes que podrían precipitar la voluntad en uno u otro sentido. Pero al fin y al cabo con la posibilidad de elegir entre “A” y “B” (como lo propone Víctor E. Frankl en “El hombre en busca de sentido”), o tal vez la ilusión de esa posibilidad de elección.

Entonces… según parece tan solo creemos ser libres, y en esa percepción existimos (cuidado porque percepción no es realidad), nos desarrollamos y hasta buscamos ser felices. Pero no es de sorprenderse, al fin que en nuestra especie se creen muchas cosas, otras se han dado por sentadas; pero las mentes inquisitivas suelen terminar rompiendo la ilusión y optan por píldora la roja que Morfeo le ofrece a Neo. Aunque a veces se apetece y hasta se puede gozar de la bienaventuranza de la otra visión, que podría ser reducida a un estado alterado de conciencia, no muy distinto del que podría ofrecer un chocolate, un orgasmo, el enamoramiento, una meditación profunda y extática e incluso algún alucinógeno.

Al confrontar así la realidad con la idealidad de la misma, en un auto examen que todos nos impusimos al ser iniciados, y lo que esto implica sobre el replanteamiento de todo mi bagaje cognitivo, es que me he hallado en medio de la supuesta incongruencia a que hace alusión Erich Fromm: los humanos somos el producto de una incongruencia. Y ella parecer surge de la misma evolución, al desarrollar una conciencia propia e individual que nos ha hecho distinguirnos de “los otros”, el resto de la naturaleza y de ella misma, al tiempo que pretendemos emularla con un orden social y cultural que aparentemente ha servido para evolucionar pero también para sojuzgarnos unos a otros, pero que felizmente es tan contingente como su creadora: nuestra especie.

Creo que de ahí surge mi identificación con el escepticismo, el mecanicismo (y lo que le toque de materialismo) y el cinismo (Diógenes con su muy particular y picante filosofía); pero de eso les aburriré en el próximo trazado.

M.'.M.'.FAVIO MENDOZA MÉNDEZ

domingo, 3 de julio de 2011

La Rebelión... silenciosa

La rebelión es una Búsqueda. Al rebelarnos, en realidad estamos buscando. Los rebeldes se vuelven en buscadores de ese algo que les hace falta, de aquello que sirve para complementarlos.

El masón es un rebelde porque es un Buscador. Toda búsqueda inicia con una parte negativa. Y esa parte negativa es el rechazo. Rechazamos un estilo de vida que ya no nos satisface. Sentimos el llamado a la aventura, pero no sabemos interpretarlo. Ignoramos cuál ha de ser el primer paso.

Nos rebelamos contra las cosas mundanas, contra el mundo material. Por oposición, buscaremos el lado espiritual que nos hace falta. Es cuando emprendemos el Camino. En la Búsqueda, el Camino nos encuentra; nosotros no lo encontramos a él. Él es quien nos llama. Cuando surge el hastío, surge la Rebelión y con ésta, la Búsqueda. Es entonces cuando emprendemos el Camino.

La Rebelión puede surgir por dos razones diametralmente opuestas: cuando estamos llenos, satisfechos; o cuando estamos vacíos.

Cuando la Rebelión surge al estar satisfechos, es porque estamos colmados de materia y no hay nada más que obtener: pletóricos de riqueza, de poder, de gloria, de honores, de talento o de conocimiento, nada de lo que hagamos habrá de lograr que el cáliz se apure hasta sus bordes. Es entonces cuando nos rebelamos y vaciamos el cáliz del Ego, buscando llenarlo con su opuesto espiritual.

Cuando la Rebelión aparece al estar vacíos, lo hace positivamente y con toda la fuerza, con toda la energía, con todo el entusiasmo posibles. Al estar vacíos, todo con lo que llenemos nuestro interior, nuestro ser, habrá de parecernos útil. Lo material, llegado el momento, nos satisfará; lo espiritual nunca terminará por llenarnos.

La Rebelión es también un alto, una detención en nuestro Camino, para tomar otro, el que es correcto para nosotros o podemos equivocarnos y asumir el que nos traerá sinsabores. En cualquier caso, habrá una Experiencia. O bien, podemos hacer un alto en el Camino sólo para tomar un respiro y seguir adelante: es válido hacerlo. La Rebelión es un ¡basta!, hasta que rectifiquemos, hasta que comprendamos por nosotros mismos. No olvidemos que en el Camino vamos solos y solos hemos de llegar a la meta, que está en todas partes.

Podemos hacer un alto, detenernos, porque nuestros cuerpos, nuestro vehículo, también necesita un reposo. Debemos también dejar descansar a nuestra mente, sumirla en la quietud; debemos dejar reposar a nuestro cuerpo físico, herramienta del ser; debemos dejar reposar a nuestro espíritu para que la Vibración no lo haga explotar.

Una vez satisfechos con el reposo, retomad el Camino. Hemos rectificado… y rectificando, hallaremos la Piedra Oculta.

La Rebelión es un alto porque nos permite rectificar nuestro ritmo y mejorar nuestra Búsqueda.

La Rebelión también es un cambio, una transformación. Toda Rebelión es un cambio al statu quo que ha cumplido con su cometido ya y no puede dar más de sí. El tiempo de más en que permanece solo da muestras de su envejecimiento, de su anquilosamiento. La Rebelión surge con la innovación, surge con la búsqueda de implantar una nueva forma de vida, toda vez que la vieja ya ha cumplido con su meta y no puede ir más allá.

Ser rebelde es ser joven. Rebeldía y juventud se asocian, porque el joven busca el cambio en su ser. Deja de ser niño, pero aún no es adulto. Quiere dejar de ser tratado como infante y busca la Reb elión. Ser joven no necesariamente implica ser rebelde. Se puede ser rebelde a cualquier edad, pero no permanentemente. Se puede ser rebelde dos, tres o más veces, pero si se es rebelde siempre, implicaría que la Búsqueda ha sido infructuosa, implicaría que en el andar no se ha encontrado nada, que no se llega a un estado de satisfacción.

Si se es rebelde siempre, no habrá nunca un cambio sustancial en el espíritu. O habrá varios. Uno tras otro se sucederán los cambios y se estará en permanente estado de neurosis. La mente, en lugar de aquietarse, se enervará y la Conciencia no habrá experimentado más que profundas turbaciones.

Si se es rebelde siempre, el alto será permanente. Viviríamos en un estado de pasotismo constante. Nunca asumiríamos el Camino correcto, nunca reanudaríamos la marcha en el Camino que estemos y desperdiciaríamos no sólo el tiempo, sino la oportunidad de transformación, la oportunidad de elevar nuestra Conciencia y cambiar de altitud. Seríamos los mismos.

Si se es rebelde siempre, seríamos eternamente jóvenes y perderíamos el respeto hacia nosotros mismos. Habría una negación constante y todo cuanto hayamos hecho, nos habrá parecido inútil.

Sólo las rebeliones materiales se hacen con ruido. La rebelión espiritual es en silencio. Es una transformación del espíritu. Es parte del diálogo íntimo. Ser rebelde es un estado mental, aunque puede y suele transformarse en experiencia. La rebeldía se hace en silencio.

La Masonería es una Rebelión Silenciosa. Y es la mayor rebelión posible.

jueves, 23 de junio de 2011

Cómo organizar un Banquete Solsticial (y no morir en el intento)

Durante mi estadía como Diputado de Distrito Masónico (2007-2009), tocóme en suerte organizar por lo menos 4 celebraciones del Solsticio: 2 para el verano y 2 de invierno. Antes de ello, coadyuvé a la organización del anterior Diputado de Distrito (2005-2007, otros 4) y antes de ello, estuve de cerca organizando otros 2 siendo Venerable Maestro de mi Madre Logia (2004). Por ende, considérome lo suficientemente experimentado para mencionar el tema.

Organizar una celebración de ésta magnitud no es como hacer huevos motuleños: tiene su chiste, su gracia. No es poca cosa, pues se trata de la celebración masónica por antonomasia. Podemos no ir a los festejos cívicos del Benemérito de las Américas… podemos no asistir a los aniversarios de nuestra Logia o de los Talleres Hermanos. Es más, podemos perdernos ocasionalmente alguna iniciación, algún ascenso o incluso una exaltación. Pero perderse el Solsticio Estival o su correspondiente Invernal es el equivalente a que un Cardenal dejara de ir a un cónclave para elegir al Papa.
Por lo mismo, me permito hacer algunas recomendaciones para la feliz consecución de una cena o comida solsticial.

1.- Lo primero que hay que hacer es saber con quién se cuenta. No me refiero al número de Hermanos Masones que se encuentran dentro de la Logia o del Distrito Masónico (en caso de que varias logias se pongan de acuerdo –rarísima avis--), sino, realmente saber con quien contamos. Generalmente al preguntar “¿Mi Hermano, vas a ir al Solsticio éste año?” el 90 por ciento de los masones aseguran su asistencia. La realidad es menos romántica: por lo general, asistirán el cincuenta por ciento de ese noventa. Es decir, 45 de cada 100 o 4,5 de cada 10. En especial en invierno, la inasistencia es mayor, lo que es comprensible dado que estas fechas se prestan a realizar viajes al exterior o para reunirse con sus familias. Muchas veces encontramos a Hermanos honestos que con toda sinceridad nos dirán “Lo siento, Hermano, ésta vez no voy a poder ir”. Agradezcamos a Janus que aún haya este tipo de masones. Pero no echemos las campanas al vuelo: muchos nos dirán que van y no llegan. Lo más recomendable es mandar hacer pases o boletos de entrada en número aproximado.

2.- En seguida, habrá que buscar un lugar adecuado para hacerlo. Los restaurantes son bastante públicos y a los comensales les causaría cierto escozor ver a un grupo de chiflados estar brindando por el sol, la luna y las estrellas. Hay logias que suelen llevar a cabo los solsticios en sus respectivos locales, en los salones de banquetes apropiados para ello. Si no se cuenta con uno, sería recomendable buscar un salón de fiestas. Aquí es donde empiezan las complicaciones, pues los masones solemos ser harto exigentes y cuando no criticamos la ubicación del salón, lo hacemos con el estacionamiento, el servicio o los baños. El salón, preferentemente, debe estar en un lugar que pueda encontrarse con facilidad, un lugar céntrico, por ejemplo. Que tenga estacionamiento suficiente y, en especial, sus dimensiones: que no sea lo bastante grande para que se perciba que no se llenó, ni lo bastante pequeño para que no quepa nadie. Término medio sería bueno.

3.- Por ningún motivo dé a los Hermanos la oportunidad de escoger el menú. Sé que se escucha bastante antidemocrático y autoritario, pero lo mejor es confiar en el buen gusto de uno y evitar controversias en éste sentido. Si les damos a escoger el banquete, no faltará el vegetariano que se oponga a la carne asada, o al que no le guste la sopa de coditos, el que se resista a una guarnición de champiñones o al que salga con que la coca es agua negra del imperialismo yanqui… y será el cuento de nunca acabar: llegará el 22 de junio o el 26 de diciembre y aún no habremos definido el menú. Relájese, escoja lo que considere mejor y haga oídos sordos a las críticas. De cualquier manera, nadie va a salir del todo satisfecho e irremediablemente lo van a criticar.

4.- En lo que respecta al vino, no tenga mucho cuidado. Pocos masones son verdaderos enólogos y los hay quienes se beben hasta un agua quina. Pero cuidado, tampoco pretenda darles gato chino por liebre chilena. Adquiera buenos vinos. Los hay chilenos, españoles o de nuestra bella península de Baja California que resultan exquisitos y no son tan caros. Curiosamente los vinos de consagrar resultan bastante buenos. Adquiera los suficientes para realizar los brindis de rigor y luego, despreocúpese: empezarán a pulular brandis, tequilas y rones como lagos hay en Finlandia. Dé, eso sí, una buena atención. Vaya de mesa en mesa a preguntar si todo está bien, si no se les ofrece algo más… provéase de las bebidas espirituosas antes mencionadas de manera suficiente. Recuerde que el vino es nada más para los brindis, pocos son quienes siguen degustándolo.

5.- Provéase de una Mesa de Honor. Estas son, por lo regular, más extensas de lo que se piensa y a veces hasta el Ecónomo adjunto se quiere sentar allí. Recuerde que la Mesa de Honor es para las altas personalidades e invitados de honor –valga la redundancia--. En ésta mesa deberán sentarse el Gran Maestro (o quien lo represente), los Venerables Maestros de las Logias y ya. Acaso, por respeto, el decano de la masonería local (o sea, el masón de mayor antigüedad y edad). Todos los demás Hermanos pueden y deben ser humildes y tendrán su plaza con el resto. También recuerde que el Gran Maestro es la máxima autoridad y solo él podría autorizar a un Hermano que se siente en la Mesa de Honor. Rara vez lo hacen, pero sí hay casos…

6.- Sea puntual, pero flexible. Si la cita es a las 8 de la noche, dé una media hora de tolerancia. Recuerde que no todo mundo es puntual y a veces ya andamos con el Jesús en la boca cuando vemos que los Venerables Maestros invitados aun no llegan. No dé lugar a que empiecen las murmuraciones “qué mal organizado… mira no me han servido ni un refresco… qué mal servicio… a qué hora empezamos, mi hermano…” Reúna a las autoridades y sea tajante: empezamos en veinte minutos esté quien esté. De cualquier modo, a la mitad de los brindis veremos llegar a diez o doce Hermanos más.

7.- Los brindis son el punto esencial. Nos puede fallar todo, menos el convite. Generalmente es el Venerable Maestro o el pleno de la Logia quien designa a quien habrá de representar al Taller en el Solsticio (si es que se hace este evento entre varios Talleres, se reparten entre las logias participantes). Así que por ello no se preocupe, ya habrá tiempo de sobra para darnos con la cabeza en la pared cuando empiecen a hablar. Hay logias que, para animar a sus Aprendices y Compañeros, les dan un brindis “para que se vayan fogueando”. A veces nos sorprendemos de la extraordinaria oratoria que desarrollan estos Hermanos de quienes podríamos creer que son inexpertos. Y a veces, también, los Maestros son quienes nos decepcionan.

El tiempo de un brindis no debería exceder los cinco minutos como máximo. Los verdaderos grandes oradores ni se exceden de este tiempo ni tienen que leer su brindis. Pero tampoco nos sorprendamos de que haya Hermanos brindadores que no quieran soltar el micrófono después de veinte minutos y hasta se echen un discurso político (indefectiblemente liberal y juarista), conminando a los asistentes que estén muy atentos a los avances de la ultra derecha conservadora. No falla, créanme.

8.- Búsquese un buen maestro de ceremonias. No sólo a quien lleve el báculo con maestría, sino a un buen presentador que además tenga a bien hacer una breve introducción acerca de por qué celebramos los masones éstas fechas. Recuerde que habrá profanos familiares y amigos, pues es ceremonia blanca, y no deberían de quedar dudas acerca de qué hacemos los masones grosso modo. Quien quita y salga de ahí alguien convencido y que desee ingresar a nuestras filas.

9.- Cuide detalles tales como tener un buen equipo de sonido, de esos que no suenan pitidos cuando encendemos el micrófono o que parezca que damos de malletazos cada que alguien le pegue al mismo, dizque para probarlo. El organizador debe dar, ante todo, una breve pero sincera bienvenida a los asistentes, exaltando los valores de la Francmasonería. Trate, en la medida de lo posible, de adornar de manera simbólica el salón: quizás poner dos columnas a la entrada, o flores como “no me olvides” en los ornamentos de mesa… dele vuelo a su inventiva.

10.- Por último, no pierda de vista el sentido real de la celebración. Más allá del convivio, el banquete y los pormenores terrenales, se trata de una fiesta ancestral y profundamente significativa y que debe ser inspiración para todos los masones de seguir instruyéndonos y seguir creciendo como ciudadanos del mundo.

viernes, 17 de junio de 2011

La Masonería en tiempos del clembuterol

Alguna vez mencioné que los masones solemos ser "peritos de todo y remendadores de nada". Idea que aún sostengo; en especial cada vez que me encuentro a un Queridísimo -o poco estimado, que también los hay, pese a quien le pese-- Hermano Masón y de forma amena y despreocupada me pongo a charlar con él. Curiosamente, siempre el susodicho Hermano sabe de todo. Y cuando digo de todo, me refiero, en efecto, a TODO. Desde los más enrevesados y nebulosos temas esotéricos hasta la receta para hacer un pastel de fresas... desde la política exterior de Rwanda hasta la Teoria de Cuerdas... y siempre acaban estos Hermanos por dejarme la boca cuadrada, solucionando de ésta forma el antediluviano problema de la Cuadratura del Círculo.

Y es que, por regla general, el Masón es estudioso, o bien, presume serlo. Lo que ni en uno ni en otro caso signifique que tenga un Doctorado summa cum laude en todas las artes y las ciencias habidas y por haber. Pero todo parece indicar que así es. Esto tampoco es algo exclusivo de la Francmasonería, pues hasta en las familias más granadas e insignes nunca faltan tres especímenes: el tío borracho, la prima de cascos ligeros y el sabelotodo, que suele epatar (léase "apantallar") con su locuaz y meliflua voz a una concurrencia que festeja sus agudezas, aunque las haya pirateado de wikipedia...

Todo esto viene al caso porque, sabido es, que en fechas recientes la agenda nacional mexicana háse detenido en un tema de gran importancia: el descubrimiento de una extravagante y caliginosa sustancia llamada clembuterol en cinco jugadores de fútbol, seleccionados nacionales que se encontraban compitiendo en ese pináculo del soccer internacional llamado "Copa de Oro". Inmediatamente, el término (a todas luces oriundo de la farmacéutica) pasó a formar parte del vocabulario básico de México y tema de corrillos en cafés, bares y reuniones familiares... y por supuesto, las sesiones de Pasos Perdidos de toda logia masónica en tierras aztecas.

De forma natural, el clembuterol fue apropiado por masones de toda índole: desde ilustres Hermanos químico-fármaco-biólogos hasta taxistas; desde contadores públicos hasta arquitectos; desde profesores de educación primaria hasta comerciantes de tapetes... es posible que a estas alturas no haya un masón en territorio nacional que no haya pronunciado, siquiera por casualidad, la palabra "clembuterol". Y, ¿porqué no? es mejor que hablar de balaceras en cualquier lado, las madrizas de los hermanos de Jenny Rivera o la captura-liberación-captura-liberación de Jorge Hank Rhon... felizmente, el tema del clembuterol, como cita Jairo Calixto Albarrán, viene siendo parte de nuestro propio folklore y de la mexicana alegría.

En lo particular, no tengo intención de hacer una apología del clembuterol. No soy químico, ni farmacéutico y no tengo la menor idea de qué hace la multialudida susutancia ni en los animales ni en los humanos. Francamente, me tiene sin cuidado si los jugadores de la Selección Nacional lo consumen en cantidades industriales o si solo fue un accidente cachirulesco. Y es probable que no sea el único francmasón que piense así. Me imagino que más de un Hermano prefiere saber de cosas más interesantes que están ocurriendo en el mundo que sobre este tema. Y también creo que la formación de los masones debe tratar temas de mayor envergadura y de importancia mayoritariamente dirigida al Yo Interior de cada uno de nosotros... ya después de eso, podríamos dedicarnos a arreglar el mundo bajo los efectos de una sabrosa taza de café, menos nociva e indetectable que el celebérrimo clembuterol.

He dicho.

domingo, 24 de abril de 2011

El cantero (cuento zen)

Había una vez un cantero que estaba insatisfecho consigo mismo y con su posición en la vida. Un día pasó por la casa de un rico comerciante. A través de la entrada abierta, vio muchas finas posesiones e importantes visitantes. "¡Cuán poderoso debe ser el comerciante!", pensó el cortador de piedra. Se puso muy envidioso y deseó que pudiera ser como el comerciante. Para su gran sorpresa, se convirtió repentinamente en el comerciante, gozando de más lujos y poder de lo que siempre había imaginado, pero envidiado y detestado por aquellos menos ricos que él.

Pronto un alto funcionario pasó cerca, llevado en una silla de manos, acompañado por asistentes y escoltado por soldados batiendo gongos. Todos, sin importar cuan rico, tenían que hacer una reverencia ante la procesión. "¡Cuán poderoso es ese funcionario!", pensó. "¡Deseo que pudiera ser un alto funcionario!".

Entonces se convirtió en el alto funcionario, llevado por todas partes en su bordada silla de manos, temido y odiado por la gente de todo alrededor. Era un día caluroso de verano, por eso el funcionario se sentía muy incómodo en la pegajosa silla. Levantó la mirada al sol. Brillaba orgulloso en el cielo, no afectado por su presencia. "¡Cuán poderoso es el sol!" pensó. "¡Deseo que pudiera ser el sol!".

Entonces se convirtió en el sol, brillando ferozmente sobre todos, abrasando los campos, maldecido por los granjeros y los trabajadores. Pero una enorme nube negra se interpuso entre él y la tierra, de modo que su luz no pudo brillar más sobre todo allá abajo. "¡Cuán poderosa es esa nube de tormenta!", pensó. "¡Deseo que pudiera ser una nube!".

Entonces se convirtió en la nube, inundando los campos y las aldeas, increpado por todos. Pero pronto descubrió que estaba siendo empujado lejos por cierta gran fuerza, y se dio cuenta de que era el viento. "¡Cuán poderoso es!", pensó. "¡Deseo que pudiera ser el viento!".

Entonces se convirtió en el viento, llevándose tejas de los techos de las casas, arrancando árboles, temido y odiado por todos debajo de él. Pero después de un rato, se izó en contra de algo que no movería, no importa cuan fuertemente soplara en contra de ella, una enorme y altísima roca. "¡Cuán poderosa es esa roca!", pensó. "¡Deseo que pudiera ser una roca!".

Entonces se convirtió en la roca, más poderosa que nada más en la tierra. Pero mientras estaba parado allí, oyó el sonido de un martillo golpeando un cincel en la dura superficie, y sintió que estaba siendo cambiado. "¿Qué podría ser más poderoso que yo, la roca?", pensó. Bajó la mirada y vio lejos debajo de él, la figura de un cantero.

Tomado de http://www.cuentoszen.com/el-cantero.html

miércoles, 13 de abril de 2011

La mente ordinaria es el Camino

Chao-Chou le preguntó a Nan-Chuan: "¿Cuál es el Camino?"
-La mente ordinaria es el Camino, respondió Nan-Chuan.
Chao-Chou le preguntó: "¿Debo esforzarme por encontrarla?"
-Si te esfuerzas buscándola te separarás de ella, respondió Nan-Chuan.
-¿Cómo podré conocer el Camino si no me esfuerzo en buscarlo? -persistió Chao-Chou.
-El Camino no pertenece al saber ni al no-saber. El saber es engaño, el no saber es mera confusión. Cuando realmente has dado con el verdadero Camino que está más allá de toda duda, este es tan vasto e inmensurable como el espacio exterior. ¿Cómo puedes hablar de él en términos de correcto e incorrecto?
Con éstas palabras, Chao-Chou alcanzó al instante la realización.

Koan de la Barrera sin Puerta.

jueves, 7 de abril de 2011

EL EXTRAÑO CASO DE LA MANSIÓN CON EL DON DE LA UBICUIDAD

Hace un par de años, llegó a mi correo electrónico un mail que contenía una presentación en PowerPoint donde aparecen las imágenes de una “lujosa” mansión, cuya ubicación –aparentemente- se encontraría en Brasil y cuya propiedad se atribuía al Obispo Edir Macedo, fundador y líder de la Iglesia Universal del Reino de Dios, mejor conocida como “Pare de Sufrir”. En la primera diapositiva, se lee el siguiente mensaje:

“¿A quien pertenece ésta opulenta, magnífica, maravillosa, deslumbrante, extraordinaria, Mansión? No hay palabra que pueda calificar la belleza, ostentación y magnificencia de ésta residencia personal, digna de un rey”.

Después, aparecen una serie de fotografías que muestran tanto el exterior como los interiores de esta “lujosa” (y cito lujosa entrecomillado, porque a mi gusto, la casa está bastante naquita) mansión, mismas de las que pongo una muestra a continuación:




Intercaladas a la presentación, aparecen diapositivas donde el autor anónimo reta al lector a adivinar a quién pertenece ésta propiedad, colocando opciones como un billonario norteamericano, un príncipe saudita o el rey Luis XIV de Francia. Casi al final de la misma, una nueva diapositiva con la siguiente leyenda:

Esta es apenas UNA, sí UNA, de las mansiones del “obispo” EDIR MACEDO
• DUEÑO DE LA IGLESIA UNIVERSAL,
• VULGO PASTOR DE LOS POBRES...
• DUEÑO DEL GRUPO DE COMUNICACIONES RECORD.
"Jesucristo es el camino, y yo soy el peaje!" (Frase atribuida a este “obispo")

Y una más:

“Lamentablemente todavía existen quienes creen en estos monstruos hediondos. ¡Cuántas bocas dejaron de comer! ¡Cuántas personas humildes dejaron de comprar un par de zapatos, para donar sus monedas a este Hitler moderno! ¡Cuántos diezmos y bienes fueron ofrecidos para construir este templo mundano de ostentación!”

Y bueno, la presentación finaliza con la sempiterna y consabida petición de reenviar el mensaje, a fin de que la gente se dé cuenta, abra los ojos y deje de sostener económicamente los lujos de ésta persona.



Unos meses más tarde, tuve a bien recibir otro correo con igual asunto: “Hermosa Mansión; de quién crees que sea????”. Nuevamente, picado por la curiosidad, abrí la presentación de PowerPoint para descubrir exactamente las mismas fotografías y los mismos textos… solo que ligeramente variados:

“¿A quien pertenece ésta opulenta, magnífica, maravillosa, deslumbrante, extraordinaria, Mansión? No hay palabra que pueda calificar la belleza, ostentación y magnificencia de ésta residencia personal, digna de un rey”.

Mismas fotos, mismas interrogantes: que si sospechas si ésta mansión es de un billonario estadounidense, un príncipe saudita o el rey Luis XIV de Francia. Sólo que en ésta ocasión, terminaba de manera diferente:

Esta es apenas UNA, sí UNA, de las mansiones del señorito ENRIQUE PEÑA NIETO :
• Sobrino del ex gobernador Montiel del Edo. De México
• Pupilo del Perverso Carlos Salinas de Gortari
• Ahora candidato de Televisa y TV Azteca

“Lamentablemente todavía existen quienes creen en estos monstruos hediondos. ¡Cuántas bocas dejaron de comer! ¡Cuántas personas humildes dejaron de comprar un par de zapatos, éste es el político que queremos para 2012?”

Por supuesto, la mansión ésta vez se ubica en algún sitio indeterminado en el Estado de México, que lo mismo podría ser Toluca, que Atlacomulco o Naucalpan, aunque algunos señalan que se encuentra en Tenancingo.



Y como remate, hace unos días ví a través de youtube.com el vídeo de Lady Gaga, “Paparazzi”, que está filmado ¡exactamente en la misma mansión! Vaya, pensé, ¿a quién le pediría la cantante neoyorquina permiso para grabar su video? ¿Al obispo Macedo? ¿O a Peña Nieto? Después de investigar un poco, dada mi limitante de desplazamiento físico hacia otras latitudes, descubrí que la casita se encuentra en Bel Air, California, Estados Unidos. Bueno, al menos cuando Lady Gaga hizo su video, porque con eso de que la mansión anda del tingo al tango ya no se sabe… igual para estos momentos se encuentra en Rumania, Uzbekistán o Vanuatu.

Esta extraña mansión, famosa a través de internet y atribuible a dos personas de diferente origen, no cabe duda que posee el don de la ubicuidad, pues lo mismo se encuentra en Brasil que en el Estado de México o en la Unión Americana. En caso contrario, debe tratarse de una mansión comunitaria, ya que, dada su imponente extensión, caben perfectamente el líder de la Iglesia Universal del Reino de Dios y el actual Gobernador mexiquense… con muy mal gusto para la decoración ambos, habría que decir, pues el estilo rocambolesco, más afín a la extravagante Gaga, dista mucho de la sobriedad que podría pensarse, cabría en un líder político o un líder religioso. Pero es, a final de cuentas, cuestión de gustos y en gustos se rompen géneros.

En realidad, la dichosa mansión que SÍ existe, se encuentra en Bel Air y posee 14 habitaciones, 16 baños, un área de recepción, comedor formal y gran sala de entretenimiento dramático y teatro con balcones, casa de huéspedes con dos pisos con vista a la piscina y cuenta además con dos apartamentos separados… sin contar con gimnasio con spa por separado, fuentes, estanques y jardines.

Y se preguntarán porqué manejo éste superficial tema en un blog tan serio como éste, dedicado a la Masonería… ahora lo comento.

Cada vez que recibimos un e-mail, enviado de buena fé por alguno de nuestros contactos, solemos reenviarlo, con la mejor de las intenciones de abrirle los ojos a la gente; en especial, cuando se trata de correos que suelen denostar a gobernantes, políticos o líderes de quienes solemos pensar, son el epítome de la corrupción. Igualmente, nos enternecemos cuando recibimos correos de niños secuestrados, o bien nos sentimos denigrados cuando se trata de denuncias ciudadanas de, por ejemplo, talas clandestinas, matanza de especies o incluso, documentos que señalan cuentas del erario y que muestran las exorbitantes cantidades que ganan nuestros gobernantes, o que evaden pagar a Lolita (Hacienda) los hábiles y conspicuos empresarios.

Pero en realidad, ¿alguna vez nos detenemos a pensar si estos documentos, presentaciones en PowerPoint y enlaces o videos son verdaderamente reales? La enigmática mansión que aun no sabemos si pertenece a Peña Nieto o al obispo de “Pare de Sufrir” (y vaya usted a saber si ya se la endilgaron a alguien más) y donde Lady Gaga grabó el video de una canción, es solo un ejemplo de lo ingenuos y manipulables que podemos llegar a ser, seamos masones o no.

Se nos olvida una de las enseñanzas básicas que recibimos en la Iniciación al Primer Grado: la Duda. “Sabed que el que no piensa o no examina, que el que jura en las palabras de otro y se abstiene de investigar si lo que se le enseña o ha enseñado es cierto, ese no es un hombre, es una máquina. Dudad, amigo mío, de todo cuanto no podáis comprobar por vos mismo”, nos reza el Venerable Maestro durante la ceremonia… pero parece que en cuanto entra por un oído, de inmediato sale por el otro, dijera mi abuela sabia.

Peña Nieto no me agrada, no me gustaría verlo como Presidente de mi país, aunque no tengo en lo personal nada en su contra. Tampoco son de mi agrado las personas que se basan en la fe de las buenas personas para hacer su fortuna y por supuesto, en lo personal no pertenezco ni me interesa pertenecer a la Iglesia de “Pare de Sufrir”, aunque respeto a quien crea en ella… no obstante, atacar con mentiras, calumnias y falsedades que además se arropan en el velo del anonimato, me parece más que despreciable. Si se le ha de ganar a Peña Nieto, espero que sea de forma honrada, democrática y respetuosa. Si se ha de denunciar abusos de un líder religioso, que sea también con la verdad amparada por la justicia, la objetividad y sobre todo, con cifras y hechos reales y comprobables.

Los masones estamos comprometidos a responder a hechos y acciones, y no a suposiciones y creencias. Si se me permite, como dijera Steven Seagal en “Alerta Máxima” 2: “La suposición es la madre de las pendejadas”.

Y… como la vida es bella y debe ser alegre, les comparto el vídeo de Lady Gaga para solaz y esparcimiento.



lunes, 28 de marzo de 2011

LA SABIDURIA DEL MASÓN: SINCERIDAD DRÁSTICA CON SUS VIVENCIAS

Con la autorización del V.'.H.'. Ricardo Ricart Vila, a continuación reproduzco su estupendo y muy profundo Trazado que publicara hace unos días en su página de Facebook. Agradezco la confianza del Hermano por permitirme incluirlo en éste blog. Un abrazo.

La Sabiduría del masón se construye desde una sinceridad drástica con sus vivencias.El Arte Real, como método de autoesclarecimiento, nos invita a los masones vocacionados a reconocer nuestros procesos de percepción natural, los cuales elaboran en nuestro cerebro un resultado simbiótico donde las cualidades y calidades de apreciación de la realidad relativizan la verdad obtenida.



Consecuentemente el Arte Real nos indica, como único camino para buscar la luz, la necesidad de despegarnos de cosmovisiones, roles y principios tallados en piedra. Ya que, sin este trabajo de liberación, sólo asimilaremos las experiencias que ratifiquen la legitimidad y validez de esas cosmovisiones, roles y principios, en los cuales permaneceremos encallados e inmovilizados sin poder ir más allá en nuestro camino hacia la iluminación.

Si los masones vocacionados hemos comprendido en nuestra ceremonia de iniciación y a través de la simbología del espejo, sabremos dónde reside nuestro enemigo; habiendo interiorizado la necesidad de salvarnos de nosotros mismos como seres humanos, tanto individual como colectivamente. He aquí, donde a los masones vocacionados se nos revela la importancia de utilizar nuestra mente como herramienta de construcción, en vez de un mero mecanismo para defender la imagen que tenemos de nosotros mismos. Toda una invitación a la Sabiduría.

El secreto del masón vocacionado reside en generar su propia energía constructiva a través de una vida drásticamente sincera con sus propias vivencias, siguiendo el mensaje del acróstico V.I.T.R.I.O.L., armonizando sus experiencias con el Arte Real y su invitación de búsqueda de la Verdad.

En la Fraternidad Universal un masón vocacionado sabe de la ayuda mutua, disponiéndose a comparte su vida constructiva con otros hermanos sedientos de verdad.

La Sabiduría del masón se construye desde una sinceridad drástica con sus vivencias.

V.'.H.'. RICARDO RICART VILA.

viernes, 25 de marzo de 2011

Los enemigos

En nuestro Camino nos encontraremos con personas que querrán obstaculizar nuestro recorrido, porque sienten envidia por nosotros. A falta de un nombre más apropiado se les conoce como Enemigos, es decir, aquellos que no son nuestros amigos.

La enemistad es una ilusión, o una ilusión a medias, porque para tener enemigos es necesaria una mutua animadversión. Por parte de nosotros, Caminantes de la Luz, no debe de haber ninguno. El Iniciado verdadero no deberá guardar en sí sentimientos de odio o sentimientos de rencor hacia ningún ser humano.

El odio es una rémora. Es un precipicio en el que la gente cae irremediablemente cuando siente o cree que alguien le ha hecho algún mal.

No caigamos en esa trampa, en ese escollo del Camino. Los demás, tanto como nosotros mismos, poseen sus propias ocupaciones y sus propios asuntos, y es demasiado egocéntrico el creer que los demás pasan su tiempo sólo maquinando en hacernos daño. La vida real no es una telenovela.

Nadie ocupa su tiempo, su mente, su esfuerzo en poner obstáculos en nuestro Camino, porque cada quien tiene sus propios problemas en su vida.

No obstante, hay actos de los demás que pueden repercutir en nuestro andar, ya que todos formamos una misma Unidad simbiótica con el Todo y todos nos conectamos entre sí. Por ello, cada hecho, cada acción que hagamos tendrá una reacción, para bien o para mal, en una o más personas.

Por ejemplo, si el Gobierno decide cerrar una calle para darle mantenimiento, sin duda alterará el ritmo de vida de los vecinos de esa calle. Pero el gobierno no actúa como enemigo, pues aunque ha afectado la cotidianeidad de las personas, la intención no es esa, sino la de mejoramiento vial.

Por lo mismo, no podemos considerar como enemigo a quien o a quienes alteran o afecten nuestra vida cuando no tienen dicha motivación.

La mayoría de quienes consideramos como nuestros enemigos son imaginarios. A menos de que en el pasado lejano o reciente, nosotros mismos hayamos cometido algún mal intencionada o no intencionadamente, no tenemos por qué temer que alguien nos odie. El odio no es gratuito: nace por los innobles actos de una persona que crea, que su mente inquieta le haya hecho creer que obramos mal en su contra.

Podemos tener enemigos reales, personas a quienes hayamos hecho algún mal. Es de espíritus elevados el saber pedir perdón sinceramente, sin reservas. El perdón de los agravios reduce la lista de enemistades que podamos tener. El perdón no es un deber, sino un privilegio, la oportunidad de abrir nuestro corazón a otra persona. Es de espíritus elevados y nobles también, el saber perdonar.

Por ello es muy importante no hacer el mal. No sólo no hacer el mal, sino además practicar el bien. Y más que ello, el no hacer cosas buenas en apariencia que dañen a otras personas.

Cada uno de nuestros pasos en el Camino debe de ser profundamente reflexionado antes de hacerlo, para evitar hacer daño y crear enemistades.

No obstante, el odio puede ser tan poderoso que ni pidiendo perdón lo podemos evitar. En algunas etapas del Camino habrá gente que seguirá siendo enemiga nuestra, mas nosotros no hemos de considerarla como tal y sí abrirles nuestro corazón.

Hemos de amar a nuestros enemigos, pero no hacer con ellos alianzas. Ellos no las querrán, de todas maneras. Solicitar el perdón, si es que lo merece, y abrirles el corazón es fundamental.

Pero lo más importante es no tener enemigos. El tenerlos impedirá la expansión de la Conciencia. Tener enemigos no es algo natural ni espiritual, ni es mentalmente sano. Pero si esto no puede hacerse y hemos de tener enemigos, tengamos, por lo menos, la sabiduría de escogerlos.

La Sabiduría, es decir, el conocimiento interno de nosotros, nos demuestra que el peor enemigo del Hombre no se encuentra afuera, sino que yace en su interior; sutil, pero siempre activo. El ego y sus aliados diversos: la ambición, la ignorancia, la vanidad, la envidia, el apego a lo material, son sólo algunos de ellos.

Estos, y no otros, son los verdaderos enemigos de todo hombre, de toda la raza humana.

lunes, 21 de marzo de 2011

El Sufrimiento

Los seres humanos sufrimos. Sufrimos porque queremos; si no quisiéramos, no sufriríamos, porque el sufrimiento es programado por nosotros mismos. A nuestro cuerpo astral le gustan las emociones fuertes y el sufrimiento es una emoción fuerte, es energía intensa.

El sufrimiento físico puede soslayarse. A muchos les basta con tomar un medicamento para sentirse sanos. No se trata aquí del sufrimiento físico, sino del espiritual. Éste es el más arduo de evitar, porque nace del interior. Nadie nos lo ocasiona, por ello, sufrimos porque queremos. Nace de nuestro interior, aunque lo causen factores externos.

El sufrimiento nace por el Apego. Nos apegamos a las personas; luego entonces, al perderlos, sufrimos. Y lo hacemos por la falsa creencia, egoísta y mundana de que nos pertenecen, que son de nosotros. “Mi” madre, “mis” hijos, “mi” pareja. Todos ellos son seres únicos, libres, no pertenecen a nadie, pero creemos que así es. Al morir físicamente un ser a quien amamos, nos lleva al sufrimiento. Pero este ser querido ya no sufre, ha trascendido la materia, ya se transformó en Uno con el Creador, porque el sufrimiento, aunque espiritual, se manifiesta a través del cuerpo físico.

Quienes sufren son los vivos. La muerte trasciende el sufrimiento. No obstante, aunque muchos digan y sostengan argumentativamente que la Vida es Sufrimiento, esto es falso: en la Vida no necesariamente se sufre.

Sufren quienes tienen apego a la riqueza y cuando la ven perdida, se lamentan. Sufren quienes pierden sus bienes materiales por estar apegados a ellos. Sufren los que sienten apego a su trabajo y lo pierden. Sufren quienes sienten apego a lo material y lo ven perdido. Si los hombres fomentásemos el desapego a lo material, habría menos sufrimiento.

La vida, lo que rodea a la vida, crea apego. Por eso, quienes se lamentan por la vida son incapaces de darse cuenta que el mundo que han creado a su alrededor es sólo una falsa ilusión. La vida no causa el sufrimiento; lo causamos nosotros mismos.

Es la propiedad lo que causa sufrimiento. Éste se manifiesta en el cuerpo físico a través de emociones intensas como la angustia, la depresión, el estrés. Todos estos son males actuales del Mundo Occidental, mercantilizado y materialista. Oriente no sufre de estos males, las enfermedades son epidémicas, manifestadas en la colectividad. El hombre occidental sufre de hipertensión, diabetes, infartos… enfermedades todas que se manifiestan en el individuo, no en grupos. Occidente es una humanidad individualizada, agresiva, ambiciosa. Por ello, el sufrimiento aparece y ataca en casos individuales, porque el Hombre se aleja del Hombre.

El sufrimiento nace del esfuerzo. Nos esforzamos por tener una vida de éxito, una vida plena, porque nos han impuesto la idea de que todo esfuerzo se ve recompensado. Y la recompensa siempre es material. Nos esforzamos en alcanzar los bienes materiales, muchos de ellos innecesarios y superfluos. Lo intrascendente nunca deja tiempo para lo importante.

También nos han convencido de que el sufrimiento nos dará la Vida Eterna en el Más Allá. Por ello, Occidente ha elegido sufrir; porque estamos seguros de que el sufrimiento nos garantizará un lugar con el Creador. El creer esto es una insensatez: Dios no se alimenta de dolor; de ser así, sería un dios cruel e inmisericorde. Ninguna de Sus obras es muestra del dolor, sino del Amor. El sufrimiento lo han creado los hombres.

El Hombre sufre también para llamar la atención de los demás: nos gusta que nos tengan lástima. De la misma manera que el egoísta se ufana de sus posesiones, el hombre doliente presume de lo que carece, de lo mucho que sufre al no tener nada o al haberlo perdido todo. Cree que así se ganará el Cielo. Los Grandes Espíritus se saben reponer de la adversidad sin aspavientos ante los demás y sin esperar donativos de nadie. Destierran el sufrimiento de sus vidas como se acaba con una avispa molesta: de un solo golpe y en el momento indicado.

Muchos sufren porque ven mermada su salud. Nos lamentamos y creemos que Dios nos ha enviado el Cáliz de la Amargura por medio de una enfermedad. No es cierto, las enfermedades son invocadas por nosotros mismos. Nosotros las llamamos. Con nuestras acciones, con una vida disipada, inmoral, estresada, la enfermedad nos asalta como consecuencia de fomentar una vida así: insana. Nos llega la enfermedad al descuidar el cuerpo físico, el cuerpo mental y el cuerpo astral.

Llenamos nuestro cuerpo físico de alimentos y sustancias nocivas y, a la larga, el cuerpo físico lo resiente. A la mente la colmamos de malos pensamientos, de ideas torcidas. Al cuerpo astral lo llenamos de vibraciones negativas como la ira, el dolor, la venganza, la ambición. Todo ello incide, tarde o temprano, en la merma de nuestra salud. Y ello nos provoca el sufrimiento.

Nadie más que nosotros mismos nos provocamos el sufrimiento; por tanto, está en nosotros, en el Caminante el desterrarlo para siempre. A través de la elevación de nuestra Conciencia, a través de la búsqueda de nuestro Yo Interior, a través de la lucha contra el ego y el destierro del apego es como el sufrimiento habrá de ser expulsado. El conocimiento tampoco nos será de ayuda. Bastará con el Saber para que el Sufrimiento cese de clavar su mortal aguijón en nosotros.

El Camino de la Masonería no es el camino del sufrimiento; es el camino de la Liberación Interior. El Camino de la Masonería no admite al sufrimiento. No lo ignora, pero lo combate.

domingo, 13 de marzo de 2011

Poema Frustrado (De Mario Benedetti, sobre la bomba atómica)

Mi amigo
que es un poeta
convocó a los poetas.

Hay que escribir un poema
sobre la bomba atómica
es un horror,
nos dijo,
un horror horroroso,
es el fin es la nada,
es la muerte.

Nos dijo,
no es que te mueras sólo
en tu cama,
rodeado
del llanto y la familia,
del techo y las paredes.

No es que llegue una bala
perdida o encontrada
a cortarte el aliento,
a meterse en tu sueño.

No es que el cáncer te marque
te perfore,
te borre.

No es tu muerte,
la tuya,
la nada que ganaste,
es el aire viciado,
es la ruina de todo
lo que existe,
de todo.

Nadie llorará a nadie,
nadie tendrá sus lágrimas.

Y eso es lo más horrible,
la muerte sin testigos,
sin últimas palabras
y sin sobrevivientes.
La muerte toda muerte,
toda muerte.

¿Me entienden?

Hay que escribir un poema
sobre la bomba atómica.

Quedamos en silencio
con las bocas abiertas,
tragamos el terror
como saliva helada,
luego nos fuimos todos
a cumplir la consigna.

Juro que lo he intentado
que lo estoy intentando,
pero pienso en la bomba
y el lápiz se me cae
de la mano.

No puedo.

A mi amigo el poeta,
le dire que no puedo.

------------MARIO BENEDETTI.
Ojalá que el mundo recapacite y demos la espalda a la energía nuclear como fuente de electricidad... quiera Dios que se comience YA a utilizar otras fuentes de energía alternativa.