sábado, 25 de diciembre de 2010

MENSAJE NAVIDEÑO

…no se te olvide que hoy es el cumpleaños del hombre que ha inspirado a millones de seres humanos a ser mejores padres, madres, esposos, esposas, hijos e hijas…

no se te olvide que ni Santa Claus, ni los Reyes Magos, ni siquiera la Sagrada Familia son más importantes que aquel a quien está dedicada la Navidad…

no se te olvide que por más frío que haga, nada reemplazará al calor de hogar…

no se te olvide que el hogar no es donde vives, sino donde está tu corazón…

no se te olvide que dar regalos es solo una bonita costumbre de familia: regalar no te llevará al cielo…

no se te olvide al beber ponche o comer pavo que hay millones como tú que apenas tendrán un plato de frijoles y una taza de agua caliente como cena…

no se te olvide que aunque suene muy trillado, el dar es más importante que el recibir…

no se te olvide que debes abrazar a tus padres, besar a tu esposa, y amar hasta la saciedad a tus hijos…

no se te olvide que debes amar a tu prójimo no igual, sino mejor de lo que te amas a ti mismo…

no se te olvide que aunque reces, te persignes y vayas de rodillas a la iglesia, el suspiro que tu dureza y egoísmo le arranque a un indigente que te pida un poco de ayuda, será una maldición que caerá sobre tu cabeza…

no se te olvide que no todos creen en Jesús, pero merecen el mismo amor y respeto de ti porque son también tus hermanos…

no se te olvide que por más que gastes dinero en la cena, el viaje y los regalos, no te querrán más que si llegas con entusiasmo y felicidad al lado de los tuyos, aunque lo hagas con las manos vacías…

no se te olvide abrazar a un amigo…

no se te olvide felicitar a un conocido…

no se te olvide saludar a un extraño…

no se te olvide acariciar a un perro o a un gato…

no se te olvide oler una flor ni regar a un árbol…

no se te olvide recordar a quienes llegaron con Dios antes que tú…

no se te olvide reír como si fuera tu última vez, ni bailar como si nadie te estuviera viendo…

no se te olvide amar a la humanidad entera, porque no sabes si mañana Dios te llamará a engalanar su jardín…

no se te olvide que viniste a este mundo para amar y ser amado… lo primero es una obligación, lo segundo depende de ti…

Y lo más importante: cuando estés frente al Niño Jesús, no olvides mirarlo a los ojos… porque en ellos verás tu propia belleza reflejada…

Te deseo que no olvides todo esto, porque yo no te olvidaré… Feliz Navidad…

Héctor EOC


domingo, 19 de diciembre de 2010

LA MÚSICA NAVIDEÑA

En éstas fechas navideñas, abundan profusamente las referencias religiosas, simbólicas y tradicionales. Desde fines de noviembre y prácticamente hasta el 2 de febrero, el llamado “Día de la Candelaria”, todo hogar mexicano, de manera sencilla u ostentosa, encuéntrase adornado con motivos navideños de todo tipo: desde el pequeño y tradicional Nacimiento (o Pesebre), hasta las luces multicolores cintilando en las ventanas o el muñeco de nieve inflado. Una de las más memorables y socorridas tradiciones que venimos como mexicanos, heredando de los españoles, es la del Villancico Navideño.

Un villancico es una composición musical tradicional de varios países como España, Portugal y por extensión, casi toda Latinoamérica. El villancico en realidad es una pieza musical de origen popular cuyos temas originales eran profanos, mas con el tiempo se fueron creando también algunos con temática navideña. Hoy día, identificamos al Villancico como algo propio de la Navidad, cuando en realidad el Villancico Navideño es sólo un subgénero. El villancico fue muy popular a partir de los siglos XV y hasta el XVIII. Algunos de los más conocidos nacen en siglos posteriores (XIX y XX), pero son menos que los originales.

Habría que aclarar que no toda canción navideña es un villancico. Por ejemplo, Adeste Fideles, Jingle Bells o Blanca Navidad no son villancicos. Tampoco el canto tradicional de la posada o el que se canta pidiendo la “rama” es un villancico.

Los primeros villancicos que se conocen fueron compuestos por los evangelizadores en el siglo V con la finalidad de llevar la Buena Nueva a los aldeanos y campesinos que no sabían leer ni escribir y que necesitaban que alguien les indujera a la fe cristiana. Sus letras hablaban en lenguaje popular sobre el misterio de la encarnación y estaban inspirados en la liturgia de la Navidad. Se llamaban "villanus" al aldeano o habitante de las “villas” y con el tiempo el nombre cambió a "villancicos". Éstos hablan en un tono sensible e ingenioso de los sentimientos de la Virgen María y de los pastores ante el Nacimiento de Cristo. En el siglo XIII se extienden por todo el mundo junto con los nacimientos de San Francisco de Asís, antecedente directo de los modernos Nacimientos o Pesebres que decoran nuestros hogares.

Durante estas fechas se cantan infinidad de piezas musicales, no todas estas pueden ser consideradas como villancicos. Se cree que “Jesus refulsit ómnium” (Jesus, luz de todas las naciones), pueda considerarse como el primer villancico navideño, aunque se trata de una de las primeras canciones –de que se tiene noticia- que versa acerca del Nacimiento de Jesús, por lo que podríamos situarla como “Navideña”. Asimismo, se le concede ser el primer villancico, fue escrito completamente en latín por Sant'Ilario de Poitiers en el año 368 d.C.

Jesus refulsit omnium
Pius redemptor gentium
Totum genus fidelium
Laudes genus dramatum

Quem stella natum fulgida
Monstrat micans per authera
Magosque duxit praevia
Ipsius ad cunabula

Illi cadentes parvulum
Pannis adorant obsitum
Verum fatentur ut Deum
Munus freundo mysticum.

Asimismo, la pieza gregoriana “Puer Natus Est Nobis”, por su alusión a la Natividad de Cristo, está considerada como uno de los primeros villancicos de la Historia y hoy en día se utiliza como introito de la tercera misa en la fiesta de Navidad. La traducción de los primeros versos latinos de este canto es: "Un niño nos ha nacido, un hijo nos ha sido dado".

Puer natus est nobis, et filius datus
est nobis, cujus imperium super
humerum ejus et vocabitur nomen
ejus, magni consilii Angelus.

Cantate Domino canticum novum
quia mirabilia fecit. Gloria.

Adeste Fideles (Venid, Fieles), es quizás el Himno Litúrgico más cantado por multitud de grupos corales en éstas épocas. Se le conoce desde fines del siglo XVIII y, como se cantaba en la misión portuguesa en Londres en 1797, por lo mismo muchos lo conocen como «El himno portugués». Se le atribuye a John Reading, organista en la Catedral de Winchester de 1775 a 1781, y posteriormente en la Universidad de Winchester. Asimismo, ha sido atribuido a San Buenaventura, aunque no se encuentra entre sus obras. Otros aducen que su autor puede ser el rey Juan IV de Portugal, «El Rey Músico», mecenas y protector de la música y autor de varios himnos.
Adeste, fideles, laeti, triumphantes,
Venite, venite in Bethlehem:
Natum videte Regem Angelorum.

Uno de los ejemplos más representativos de música asociada a éstas fechas, más que un villancico se trata de un oratorio de profundo arraigo en las cantatas alemanas: me refiero a “Der Messias”, o “El Mesías” de Georg Friedrich Häendel, mismo que tuvo una gran aceptación desde su estreno en el New Music Hall de Dublin, Irlanda, en 1742. El Mesías es una magnífica y sublime pieza que, aunque sencilla en su estructura, destaca en su monumentalidad en cuanto a su duración. Dividida en tres partes, la primera, que tiene por temas el Adviento y la Natividad de Jesús y la segunda, en cuanto a la Pasión, Muerte, Resurrección y Ascenso de Cristo y que finaliza con el celebérrimo “Hallelujah” (Aleluya), pieza maestra de la música coral. La tercera parte narra el triunfo de Jesucristo sobre la muerte, con el “Amen” como final. No obstante, tratándose de una obra coral para ser interpretada por una orquesta, es difícil escuchar a la gente cantarla por las calles en éstas épocas. Para ello existen los villancicos.

A México llegan los primeros villancicos de mano de los españoles avecindados en nuestra patria cuando aún era la Nueva España, en el siglo XVIII. Varios villancicos son atribuidos al clavecinista español y sacerdote, Antonio Soler (1729-1783), pero la mayoría son de profundo arraigo popular. Por ejemplo, “El Chiquirritín” y “Campana sobre Campana”, muy populares en nuestros días y ambos originarios de la provincia de Andalucía o Al-Andalus. Otro ejemplo es “En el portal de Belén” que se trata de un canto típico de la región de Castilla. Otros cantos provenientes de España son “La Virgen y San José”, originario de Extremadura, “Mi burrito sabanero” (llamado así porque recorre la sabana), “Pastores venid” y por supuesto, “Los peces en el río”.

Otra canción navideña muy popular es “Ande, ande, ande”, que en realidad se llama “La Marimorena”. Todos pensamos que la famosa “Marimorena” se refiere a la Virgen María. En realidad, éste vocablo existe en el castellano desde 1579 y alude a una tabernera madrileña a quien se le conocía como la “Mari Morena”. Documentado en los Archivos de la Casa y Corte de la Villa de Madrid dentro de las causas judiciales que ocurrieron en el año 1579, en donde una de ellas era contra Alonso de Zayas y Mari Morena, su mujer, tabernera de corte, por tener en su casa cueros de vinos y no querer venderlos. Es por esto que el nombre y el apellido de esta mujer encausada, su clase y la calidad de su culpa, han dado origen desde el año 1579 a la expresión, hoy muy usual de Marimorena por pendencia, riña o camorra y se encuentra en el Diccionario de la R.A.E.

Sin embargo, no todos los cantos navideños populares nos provienen de España. Por ejemplo, el villancico más famoso y cantado en todo el mundo es “Stille Nacht”:

Stille Nacht! Heilige Nacht!
Alles Schläft, einsam wacht
nur das traute, hochheilige Paar.
Holder Knabe im lockigen Haar,
schlaf in himmlischer Ruh'! (2x)

…que es más conocido entre nosotros por su versión en español: “Noche de Paz”. Composición que se interpretó por primera vez en la iglesia de San Nicolás de Obendorf, Austria, la Noche Buena de 1818, con letra del sacerdote Joseph Morh y música del maestro Franz Xaver Guber y que fue interpretada solo con una guitarra y la voz de Morh.

Una de las canciones más conocidas en el mundo proviene de Estados Unidos, y es “Jingle Bells”, que ha sido traducida a todos los idiomas y ha merecido diversas versiones: por ejemplo, en México la llamamos “Navidad, Navidad, pronto llegará…”. Fue escrita entre 1850 y 1857 por James Pierpont (1822-1893) bajo el título de “One Horse open sleigh”, y publicada en Boston el 16 de septiembre de 1857 por Oliver Ditson & Co., relanzada en 1859 bajo el título “Jingle Bells, or the One Horse Open Sleigh”. El estribillo conocido es:

Jingle bells, jingle bells
Jingle all the way,
Oh what fun it is to ride
In a one-horse open sleigh, O
Jingle bells, jingle bells
Jingle all the way,
Oh what fun it is to ride
In a one-horse open sleigh.

…y aunque suele identificarse como una canción navideña, en realidad no es así, aunque sí puede emparejarse con la época decembrina. La canción no menciona nunca la palabra Navidad, pero sí alude a una carrera de caballos:

Suenan las campanas, Suenan las campanas,
Suenan todo el camino;
¡Oh! qué divertido es conducir
Un trineo abierto de un solo caballo.
Suenan las campanas, Suenan las campanas,
Suenan todo el camino;
¡Oh! qué divertido es conducir
Un trineo abierto de un solo caballo.

De igual manera, se encuentra en la lista de canciones navideñas “El Niño del Tambor” o “El tamborilero”. Éste es un villancico popular de origen checo y que en 1941 fue traducida al inglés por Katherine Davis, de la Universidad de Wellesley, Massachussetts. Se publicó una versión en inglés bajo el seudónimo de C.R.W. Robertson. Aun así la música y letra final en inglés son atribuidas a Katherine Davis y también a Henry Onorati y Harry Simeone.

El camino que lleva a Belén
baja hasta el valle que la nieve cubrió,
los pastorcillos quieren ver a su Rey
le traen regalos en su humilde zurrón
ro-po-po-pon, ro-po-po-pon.
Ha nacido en un portal de Belén,
el niño Dios, ro -po-po-pon

De Estados Unidos llega una de las canciones más hermosas sobre la Navidad, desde 1942. Paradójicamente, su autor es un judío y no un cristiano: el genial compositor estadounidense de origen ruso, Irving Berlin (1888-1989), quien compone “White Christmas” para la película Holiday Inn, de 1942, una de las canciones más grabadas de la historia y hasta 1997, la más vendida. “White Christmas”, que recibe el título en español de “Blanca Navidad” fue cantada por Bing Crosby y regrabada en múltiples ocasiones por infinidad de artistas, existiendo más de 500 versiones en 25 diferentes idiomas. A través de ésta bellísima canción (por cierto, ganadora del Óscar ® como la Mejor Canción Original de 1942), Irving Berlin recordaba las penurias y privaciones que sufrió durante su infancia: “Yo sueño con una Blanca Navidad, tal como aquellas que solía conocer”…

Oh, blanca Navidad, sueño
y con la nieve alrededor
blanca es mi quimera
y es mensajera de paz
y de puro amor

Oh, blanca Navidad, nieve
una esperanza y un cantar
recordar tu infancia podrás
al llegar la blanca navidad

Existen muchísimas más canciones navideñas que merecen ser recordadas y cantadas en ésta época por Hermanos Masones y Profanos, pues finalmente lo que importa es el Espíritu de Amor, de Paz, de Fraternidad, de Unidad familiar y de Amistad ilimitada… podríamos seguir citando canciones, pero el espacio es pequeño y el tiempo es breve. ¡Feliz Navidad a todos mis Hermanos y a sus Familias! Gloria a Dios en las alturas y Paz en la Tierra a los Hombres de Buena Voluntad.

Mis mejores deseos

domingo, 12 de diciembre de 2010

EL ENIGMA DE SAN NICOLÁS... O SANTA CLAUS

Todos nos preguntamos, en diciembre de cada año, si ésta vez vendrá Santa Claus a traerles obsequios a los niños, quienes son el grupo el que con mayor ilusión espera su visita, aunque poco se sabe quién fue en realidad: Todo un enigma este señor, que trataremos de develar.

Nació en el siglo IV d.C. en lo que hoy es Turquía, y que en aquellos turbulentos años era territorio romano, aunque de mayoría poblacional griega. Cuando vivía en éste plano terrenal era conocido como Nicolás –nombre por lo demás, griego—aunque en lo ulterior ya elevado a la categoría de santo, se le llamaría Nicolás de Bari entre los católicos y como Nicolás de Myra entre los ortodoxos, pero la caprichosa historia ha querido que sea conocido como Santa Claus.

Era inmensamente rico, pero donó todo su dinero a la caridad, lo que habla bien de él, pese a lo que se piense. Siendo sacerdote, se le ocurrió la peregrina idea de ir a Myra, ciudad de Anatolia (península que conforma Turquía) y al entrar a una iglesia, lo nombraron obispo ni bien había muerto el titular que agonizaba: así se hacían las cosas antaño. Su fama como persona caritativa, misericordiosa y bondadosa (es decir, como lo que un verdadero cristiano hace), pronto se extendió y comenzaron a entretejerse leyendas a su alrededor. Sabedor de que había 3 muchachas que no tenían dinero para casarse, por la noche se subió en secreto (ni tanto, pues alguien debió verlo para que llegara a nosotros ésta historia) al techo de su casa (de ellas, por supuesto) y por la chimenea arrojó monedas para su dote, que curiosamente cayeron dentro de unas medias que estaban colgadas allí. De ahí viene la tradición de colgar medias en el borde de la chimenea, a la espera de que “Papá Noel” –como también se le conoce—se apiade de nosotros y nos dé un poco de su pecunio, si bien el muy tacaño pone dulces y caramelos…

En otra ocasión, fue encarcelado y su barba quemada, aunque después le volvió a salir, por lo que podemos apreciar en sus imágenes que nos han llegado a nuestros días. La razón por la que fue encarcelado era simple: era cristiano en un mundo que no toleraba a estos –por algo ha de haber sido, que esas cosas no se ganan de manera gratuita--, y en aquellos tiempos el solo hecho de ser cristiano y de propagar dicha fe era motivo más que suficiente para perseguir, capturar, encarcelar y hasta ejecutar a una persona, casi de la misma forma que hoy en día se persiguen a los hackers de wikileaks. Quien lo liberó fue el emperador Constantino, a quien conoció en persona, cosa nada rara pues en aquellos días el mundo era más pequeño, los gobernantes más accesibles y la densidad poblacional, mucho menor que ahora. Por cierto que Nicolás participaría en el Concilio de Nicea, que aprovechó para condenar la herejía arriana…

Siendo ya anciano, viajaba mucho llevando juguetes a los niños en la época de Navidad (que por entonces se festejaba en marzo o abril), pues decía que el mejor de los regalos navideños era recibir a Cristo. 1,600 años después seguimos sin entenderlo. Ni a san Nicolás, ni al mismísimo Jesús. Pero en fin…

Murió en 345 en Myra, Turquía, pero está enterrado en Bari, Italia (ya que los cruzados, en 1087, temerosos de que los “infieles” destruyeran sus reliquias, mejor lo desenterraron y lo embarcaron rumbo a Italia), aunque se dice que vive en el Polo Norte y tiene un taller de juguetes, ayudado por duendes, esbirros paganos en los que no creía y que seguramente, de saber que se le asocia con ellos, huiría horrorizado de tal satánica blasfemia. Se supone que está casado con una tal Señora Claus, aunque fue soltero toda su vida. En los años treinta del siglo XX una muy conocida empresa refresquera lo vistió de rojo, para que le hiciera publicidad al susodicho refresco, si bien la empresa se defiende aduciendo que ya existían imágenes de San Nicolás de Bari (a) Santa Claus vistiendo de rojo tiempo antes que a ellos se les ocurriera. Tiene 9 renos llamados Doner, Blitzer, Comet, Cupid, Prancer, Vixen, Dasher, Dancer y Rudolph, este último con una nariz roja que alumbra el camino de Nicolás de Bari (o de Myra, o Santa Claus, Papa Noel, o como gustéis, que su nomenclatura es vasta) cuando va cada Noche Buena volando en trineo llevando juguetes a los niños que bien se portan. Por cierto que los renos son animales del norte europeo, lugares a donde Nicolás jamás visitó, por lo que es improbable que haya tenido o tenga 9 renos, que además no se dejan domesticar y mucho menos tienen focos rojos de nariz. Además, todos tienen nombres derivados de la antigua lengua germana, considerada bárbara y de tribus poco amistosas y totalmente incivilizadas en la época que le tocó vivir.

Otrosí, es difícil que Nicolás haya conocido algún trineo en su vida, mucho menos que sepa utilizarlo y menos aún que sepa como volarlo. La sola idea de encontrarse frente a frente con un reno con nariz de foco de tugurio ya es de por sí, terrible para el pensamiento pre-medieval de Nicolás.

Por alguna extraña razón, su iconografía antigua y medieval lo muestra como un anciano de barba gris aunque delgado en su complexión. Nicolás ha de extrañarse de porqué lo ponen gordo, siendo que en su época la gordura era considerada no sólo exclusiva de gente adinerada y poderosa, sino un sinónimo del pecado de la gula. Se infiere que el gordo come mucho porque tiene harto dinero para hacerlo. Nicolás no tenía ni un ochavo en que caerse muerto –como finalmente ocurrió—y tampoco le haría gracia verse como la imagen de la diabetes y la opulencia.

A Nicolás también ha de extrañarle que se ubique su lugar de residencia en el Polo Norte, lugar tan inaccesible entonces como ahora, toda vez que él provenía de tierras mediterráneas. Es lo mismo que poner a Fidel Castro a gobernar Rusia. Seguramente en alguno de sus múltiples viajes al interior de Anatolia o por montañas del Mediterráneo, debió haber conocido paisajes nevados, pero de eso a vivir sempiternamente en uno de ellos y además, el más frío del hemisferio norte, es de pensarse. Nicolás ha de haber hecho algo terrible en su vida para sufrir tal tortura. Aunque se supone que no siente frío…

Nicolás, hemos dicho, viaja en trineo una vez al año y lleva un gran saco repleto de juguetes y regalos que le deben alcanzar para todos los niños del mundo que creen en él. Lo cual, hablando en términos demográficos quiere decir que debe llevar regalos a poco menos de 2 mil millones de niños, pues la publicidad ha logrado que Santa Claus penetre en lugares tan extravagantes como Indonesia, Japón o Burundi. A los niños que se portan mal, les deja un pedazo de carbón, el muy mezquino. Si damos crédito a tan inverosímil circunstancia, resulta que el susodicho trineo cargado de juguetes debe tener por lo menos el tamaño de diez edificios como el Empire State, lo que explica que los renos descansen los 364 días, pues ha de ser una labor titánica. Claus también debe recorrer, en aproximadamente 24 horas –si es que empieza en la Línea Internacional del Cambio de Horario y termina al día siguiente—distancias inhumanas, como viajar tres veces alrededor del sol o más… este problema se ha solucionado aduciendo que San Nicolás es omnipresente y que no requiere ir de casa en casa dejando juguetes, lo que también lo mete en un brete teológico, porque omnipresente solo Dios. Y Santa Claus no es Dios, ni siquiera un dios.

Queda el problema de la tradicional chimenea. Para empezar, Nicolás debe hacer malabares para poder entrar por una de ellas, puesto que su excesiva obesidad se lo ha de impedir. Lograr ingresar a una casa por medio de la chimenea debe conllevar empujones, jadeos, mareos, esfuerzos diversos que llevarían mucho tiempo… y ya sabemos que Santa Claus tiene que llevar 2 mil millones de obsequios en 24 horas, así que perder de 15 a 20 minutos por chimenea, decepcionaría a una buena parte de los niños del mundo. Podría arrojarlos por la chimenea, a riesgo de que cayeran en el fogón encendido y quedaran carbonizados y ¡adiós regalos! Al día siguiente más de un niño estará llorando las de Magdalena al ver su ansiado presente hecho ceniza. Pero hay otro problema aún más grave: no todas las casas del mundo tienen chimenea… ¿qué hacer en este caso sin violar la tradición? Si Santa Claus (o San Nicolás) no entra por la chimenea, ¿por dónde lo hace? ¿por alguna ventana? ¿por la puerta? ¿algún tragaluz? Vale la pena meditar sobre esto. Algunos expertos en la materia sugieren que San Nicolás entra a este tipo de casas por un impasse mágico: es capaz de desmaterializarse afuera y materializarse nuevamente adentro… entonces, si esto es cierto, ¿para qué diablos necesita un trineo, nueve renos y un colosal saco de juguetes? Si es un ente mágico y sobrenatural, tampoco necesita un taller de juguetes ni duendes, elfos, gnomos o trasgos que lo ayuden, pues solito se basta… total, alcanzará con cerrar los ojos a voluntad e inmediatamente estará en el interior de una casa cualquiera, apareciendo el juguete que la lista le indique… ¡ah! Porque también anda cargando una lista de juguetes que requieren los niños…

Esta lista, nos han hecho creer que se trata de un pergamino escrito a mano donde Santa Claus lee qué juguete quiere tal o cual niño. A veces se trata de un listado de hasta 10 o 20 juguetes por niño… pero dejémoslo en un regalo por infante. Esto implica que si la lista está escrita en hoja tamaño carta en letra Times New Roman de 12 puntos, cada página abarcará 50 niños con su respectivo deseo. O sea, 100 niños por hoja, lo cual nos deja con la extraordinaria cifra de 20 millones de hojas en total, considerando a los 2,000 millones de niños de la población mundial. Entonces, no se trata de una simple lista escrita en un pergamino, sino unas 4,000 ediciones de la actual Enciclopedia Británica. Es decir, toda una biblioteca.


Quedan más dudas acerca de San Nicolás de Bari // San Nicolás de Myra // Papá Noel // Kris Kringle // Santa Claus… o como quiera Vd, llamarlo. Se las dejo a los expertos en la materia que me nos expliquen acerca de tan insigne personaje…

jueves, 9 de diciembre de 2010

DECLARACIÓN UNIVERSAL DE LOS DERECHOS HUMANOS


El 10 de Diciembre se celebra el Día Internacional de los Derechos Humanos. Con la finalidad de que no se nos olviden, o de plano los conozcamos, aquí van los aprobados por la Organización de las Naciones Unidas en 1948:

PREÁMBULO
Considerando que la libertad, la justicia y la paz en el mundo tienen por base el reconocimiento de la dignidad intrínseca y de los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la familia humana;
Considerando que el desconocimiento y el menosprecio de los derechos humanos han originado actos de barbarie ultrajantes para la conciencia de la humanidad, y que se ha proclamado, como la aspiración más elevada del hombre, el advenimiento de un mundo en que los seres humanos, liberados del temor y de la miseria, disfruten de la libertad de palabra y de la libertad de creencias;
Considerando esencial que los derechos humanos sean protegidos por un régimen de Derecho, a fin de que el hombre no se vea compelido al supremo recurso de la rebelión contra la tiranía y la opresión;
Considerando también esencial promover el desarrollo de relaciones amistosas entre las naciones;
Considerando que los pueblos de las Naciones Unidas han reafirmado en la Carta su fe en los derechos fundamentales del hombre, en la dignidad y el valor de la persona humana y en la igualdad de derechos de hombres y mujeres, y se han declarado resueltos a promover el progreso social y a elevar el nivel de vida dentro de un concepto más amplio de la libertad;
Considerando que los Estados Miembros se han comprometido a asegurar, en cooperación con la Organización de las Naciones Unidas, el respeto universal y efectivo a los derechos y libertades fundamentales del hombre, y
Considerando que una concepción común de estos derechos y libertades es de la mayor importancia para el pleno cumplimiento de dicho compromiso;

LA ASAMBLEA GENERAL proclama la presente DECLARACIÓN UNIVERSAL DE DERECHOS HUMANOS como ideal común por el que todos los pueblos y naciones deben esforzarse, a fin de que tanto los individuos como las instituciones, inspirándose constantemente en ella, promuevan, mediante la enseñanza y la educación, el respeto a estos derechos y libertades, y aseguren, por medidas progresivas de carácter nacional e internacional, su reconocimiento y aplicación universales y efectivos, tanto entre los pueblos de los Estados Miembros como entre los de los territorios colocados bajo su jurisdicción.

Artículo 1.
Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros.

Artículo 2.
Toda persona tiene todos los derechos y libertades proclamados en esta Declaración, sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición.
Además, no se hará distinción alguna fundada en la condición política, jurídica o internacional del país o territorio de cuya jurisdicción dependa una persona, tanto si se trata de un país independiente, como de un territorio bajo administración fiduciaria, no autónomo o sometido a cualquier otra limitación de soberanía.

Artículo 3.
Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona.

Artículo 4.
Nadie estará sometido a esclavitud ni a servidumbre, la esclavitud y la trata de esclavos están prohibidas en todas sus formas.

Artículo 5.
Nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes.

Artículo 6.
Todo ser humano tiene derecho, en todas partes, al reconocimiento de su personalidad jurídica.

Artículo 7.
Todos son iguales ante la ley y tienen, sin distinción, derecho a igual protección de la ley. Todos tienen derecho a igual protección contra toda discriminación que infrinja esta Declaración y contra toda provocación a tal discriminación.

Artículo 8.
Toda persona tiene derecho a un recurso efectivo ante los tribunales nacionales competentes, que la ampare contra actos que violen sus derechos fundamentales reconocidos por la constitución o por la ley.

Artículo 9.
Nadie podrá ser arbitrariamente detenido, preso ni desterrado.

Artículo 10.
Toda persona tiene derecho, en condiciones de plena igualdad, a ser oída públicamente y con justicia por un tribunal independiente e imparcial, para la determinación de sus derechos y obligaciones o para el examen de cualquier acusación contra ella en materia penal.

Artículo 11.
1. Toda persona acusada de delito tiene derecho a que se presuma su inocencia mientras no se pruebe su culpabilidad, conforme a la ley y en juicio público en el que se le hayan asegurado todas las garantías necesarias para su defensa.
2. Nadie será condenado por actos u omisiones que en el momento de cometerse no fueron delictivos según el Derecho nacional o internacional. Tampoco se impondrá pena más grave que la aplicable en el momento de la comisión del delito.

Artículo 12.
Nadie será objeto de injerencias arbitrarias en su vida privada, su familia, su domicilio o su correspondencia, ni de ataques a su honra o a su reputación. Toda persona tiene derecho a la protección de la ley contra tales injerencias o ataques.

Artículo 13.
1. Toda persona tiene derecho a circular libremente y a elegir su residencia en el territorio de un Estado.
2. Toda persona tiene derecho a salir de cualquier país, incluso del propio, y a regresar a su país.

Artículo 14.
1. En caso de persecución, toda persona tiene derecho a buscar asilo, y a disfrutar de él, en cualquier país.
2. Este derecho no podrá ser invocado contra una acción judicial realmente originada por delitos comunes o por actos opuestos a los propósitos y principios de las Naciones Unidas.

Artículo 15.
1. Toda persona tiene derecho a una nacionalidad.
2. A nadie se privará arbitrariamente de su nacionalidad ni del derecho a cambiar de nacionalidad.

Artículo 16.
1. Los hombres y las mujeres, a partir de la edad núbil, tienen derecho, sin restricción alguna por motivos de raza, nacionalidad o religión, a casarse y fundar una familia, y disfrutarán de iguales derechos en cuanto al matrimonio, durante el matrimonio y en caso de disolución del matrimonio.
2. Sólo mediante libre y pleno consentimiento de los futuros esposos podrá contraerse el matrimonio.
3. La familia es el elemento natural y fundamental de la sociedad y tiene derecho a la protección de la sociedad y del Estado.

Artículo 17.
1. Toda persona tiene derecho a la propiedad, individual y colectivamente.
2. Nadie será privado arbitrariamente de su propiedad.

Artículo 18.
Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión; este derecho incluye la libertad de cambiar de religión o de creencia, así como la libertad de manifestar su religión o su creencia, individual y colectivamente, tanto en público como en privado, por la enseñanza, la práctica, el culto y la observancia.

Artículo 19.
Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.

Artículo 20.
1. Toda persona tiene derecho a la libertad de reunión y de asociación pacíficas.
2. Nadie podrá ser obligado a pertenecer a una asociación.

Artículo 21.
1. Toda persona tiene derecho a participar en el gobierno de su país, directamente o por medio de representantes libremente escogidos.
2. Toda persona tiene el derecho de accceso, en condiciones de igualdad, a las funciones públicas de su país.
3. La voluntad del pueblo es la base de la autoridad del poder público; esta voluntad se expresará mediante elecciones auténticas que habrán de celebrarse periódicamente, por sufragio universal e igual y por voto secreto u otro procedimiento equivalente que garantice la libertad del voto.

Artículo 22.
Toda persona, como miembro de la sociedad, tiene derecho a la seguridad social, y a obtener, mediante el esfuerzo nacional y la cooperación internacional, habida cuenta de la organización y los recursos de cada Estado, la satisfacción de los derechos económicos, sociales y culturales, indispensables a su dignidad y al libre desarrollo de su personalidad.

Artículo 23.
1. Toda persona tiene derecho al trabajo, a la libre elección de su trabajo, a condiciones equitativas y satisfactorias de trabajo y a la protección contra el desempleo.
2. Toda persona tiene derecho, sin discriminación alguna, a igual salario por trabajo igual.
3. Toda persona que trabaja tiene derecho a una remuneración equitativa y satisfactoria, que le asegure, así como a su familia, una existencia conforme a la dignidad humana y que será completada, en caso necesario, por cualesquiera otros medios de protección social.
4. Toda persona tiene derecho a fundar sindicatos y a sindicarse para la defensa de sus intereses.

Artículo 24.
Toda persona tiene derecho al descanso, al disfrute del tiempo libre, a una limitación razonable de la duración del trabajo y a vacaciones periódicas pagadas.

Artículo 25.
1. Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia, la salud y el bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales necesarios; tiene asimismo derecho a los seguros en caso de desempleo, enfermedad, invalidez, viudez, vejez u otros casos de pérdida de sus medios de subsistencia por circunstancias independientes de su voluntad.
2. La maternidad y la infancia tienen derecho a cuidados y asistencia especiales. Todos los niños, nacidos de matrimonio o fuera de matrimonio, tienen derecho a igual protección social.

Artículo 26.
1. Toda persona tiene derecho a la educación. La educación debe ser gratuita, al menos en lo concerniente a la instrucción elemental y fundamental. La instrucción elemental será obligatoria. La instrucción técnica y profesional habrá de ser generalizada; el acceso a los estudios superiores será igual para todos, en función de los méritos respectivos.
2. La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana y el fortalecimiento del respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales; favorecerá la comprensión, la tolerancia y la amistad entre todas las naciones y todos los grupos étnicos o religiosos, y promoverá el desarrollo de las actividades de las Naciones Unidas para el mantenimiento de la paz.
3. Los padres tendrán derecho preferente a escoger el tipo de educación que habrá de darse a sus hijos.

Artículo 27.
1. Toda persona tiene derecho a tomar parte libremente en la vida cultural de la comunidad, a gozar de las artes y a participar en el progreso científico y en los beneficios que de él resulten.
2. Toda persona tiene derecho a la protección de los intereses morales y materiales que le correspondan por razón de las producciones científicas, literarias o artísticas de que sea autora.

Artículo 28.
Toda persona tiene derecho a que se establezca un orden social e internacional en el que los derechos y libertades proclamados en esta Declaración se hagan plenamente efectivos.

Artículo 29.
1. Toda persona tiene deberes respecto a la comunidad, puesto que sólo en ella puede desarrollar libre y plenamente su personalidad.
2. En el ejercicio de sus derechos y en el disfrute de sus libertades, toda persona estará solamente sujeta a las limitaciones establecidas por la ley con el único fin de asegurar el reconocimiento y el respeto de los derechos y libertades de los demás, y de satisfacer las justas exigencias de la moral, del orden público y del bienestar general en una sociedad democrática.
3. Estos derechos y libertades no podrán, en ningún caso, ser ejercidos en oposición a los propósitos y principios de las Naciones Unidas.

Artículo 30.
Nada en esta Declaración podrá interpretarse en el sentido de que confiere derecho alguno al Estado, a un grupo o a una persona, para emprender y desarrollar actividades o realizar actos tendientes a la supresión de cualquiera de los derechos y libertades proclamados en esta Declaración.

viernes, 3 de diciembre de 2010

Murga Queso Magro 2009 - Parte 4/6 (Actuacion Completa ) - Cuplé los Ma...



La Murga es un género coral, teatral y musical, que se practica en varios países, en especial España, Panamá, Argentina y Uruguay. En éste último país, suele ser interpretada por un coro que se acompaña con instrumentos de percusión. El término Murga también se aplica al conjunto coral que interpreta éste género musical popular.

Espero que disfruten de este cuplé titulado "Los Masones", e interpretado por la murga uruguaya "Queso Magro".

martes, 30 de noviembre de 2010

Día Mundial de la Lucha contra el SIDA.

En este blog nos unimos por un planeta libre de Sida.

domingo, 28 de noviembre de 2010

LO FÁCIL ES LO CORRECTO: PENSAMIENTO ORIENTAL

Lo fácil es lo correcto. ¡Cuán difícil ha de sernos la comprensión de ésta sentencia en nuestro mundo occidental! Y nos resulta difícil de entenderla porque hemos vivido condicionados por una cultura que cree lo contrario, una cultura que considera que lo fácil es lo incorrecto y que lo difícil es lo correcto.

Las religiones institucionales hacen difícil lo correcto. Han revestido las enseñanzas de sus fundadores, sus doctrinas con hipótesis, teorías, misterios, rituales complicados y cuando no, los ha fomentado, consciente e inconscientemente. Las enseñanzas de los grandes iniciados no se crearon, no existieron para formar nuevas religiones, sino para reformar el pensamiento y la cosmovisión de los hombres, hacer su modo de vida más simple, más sencillo, más puro. Regresar a los orígenes naturales del hombre. Lo sencillo siempre será lo más fácil. Lo fácil siempre será simple y natural.

Jesús tuvo una vida simple. Sus enseñanzas sí, eran revolucionarias para su tiempo, pero eran, son, unas enseñanzas sencillas. Revestirlas con el ropaje del misterio no sólo fue y es, algo inútil, sino ocioso e innecesario. Lo mismo podríamos decir de otros grandes “no-hacedores” como Mahoma, Moisés, Lao-Tsé, Buda y Zoroastro.

Consideramos que lo correcto es lo difícil, lo que es complicado de hacerse, todo aquello que involucre preparación, disciplina, contención. La vida no tiene por qué ser difícil: la Vida es. Procedemos de la Vida; luego entonces, no tenemos porqué tenerle miedo a la vida. Somos parte de ella.

Hacemos difícil la vida para que nos resulte atractiva. Y lo atractivo siempre será un reto para el ego. Sólo lo difícil es atractivo para el ego. Alimentamos al ego haciendo un trabajo difícil sólo porque nadie más lo puede hacer; lo alimentamos haciendo algo difícil, porque luego de hacerlo, lo presumimos. Lo llamamos éxito, honor, victoria, talento. En realidad, ¿qué hemos obtenido? Nada. Sólo hemos logrado cristalizar más nuestro ego. A nadie le importará que hayamos escalado el Everest, o cruzado el canal de La Mancha a nado, o creado una gran escultura. Sólo los hipócritas nos darán palmadas en la espalda felicitándonos por ese “logro”. Pero lo harán con envidia, porque no es su éxito. Recibir aplausos de los hipócritas no debe de importarnos: son como el zorro que se alegra que el conejo haya escapado de una trampa para hacerlo su presa. Quienes nos aman también se congratulan de nuestro éxito. Pero ellos nos aman: se alegrarían por nosotros aunque sólo escaláramos la mitad de la montaña.

Los hipócritas y quienes nos aman, sus aplausos no son válidos porque sólo enaltecen y alimentan a nuestro ego. Ambos nos alentarán y condicionarán a que hagamos lo difícil. Porque para ellos, lo difícil es lo correcto.

El ego no es lo correcto. El ego es lo peor que puede pasarnos, porque no permite que vislumbremos la Verdad y, por ende, no se expande nuestra Conciencia. Para lo sencillo, para lo simple, el ego no siente atracción alguna. Cuando nos movemos hacia lo sencillo, hacia lo fácil, el ego comienza a morir y cuando el ego desaparece, habremos llegado a la realidad, a lo correcto.

Lo sencillo, lo fácil, es lo correcto. Además, lo fácil es natural. Brota de nosotros sin obnubilaciones, sin ensombrecimientos; lo natural nunca impide nuestro crecimiento, nuestra evolución. Lo natural implica una ausencia de esfuerzo y una ausencia de egoísmo. Al no existir esfuerzo ni egoísmo estamos en el Camino correcto.

Chiang Tzu solía decir: “Empieza a ser correcto y te será fácil. Continúa con facilidad y estarás en lo correcto”. El decir siempre la verdad es lo correcto, pero nos han condicionado en nuestra cultura a que el decir la verdad, aunque correcto, es difícil. Es mejor irse por el camino fácil: decir mentiras es fácil. Decimos mentiras porque si decimos la verdad tememos que habrá represalias o rupturas. A veces, disfrazamos la verdad revistiéndola de enredados barroquismos. Por política (es decir, por ambición mundana), decimos mentiras y también escuchamos mentiras. Sabemos que lo son, pero entramos en el juego, sabedores de las reglas.

Occidente nos ha condicionado a la mentira, porque no es lo correcto, pero es lo fácil. Desde niños aprendemos a mentir. Cuando queremos salvar al niño de mentir, ya es muy tarde, pues ya está condicionado por su derredor. Le decimos: “no digas mentiras, mentir es malo” y lo amenazamos con el sistema castigo-recompensa, sin enseñarlo a amar la virtud por la virtud misma. El niño es perceptivo y se percata cuando el adulto dice o no la verdad, sin recibir castigo o premio alguno. Pero el niño también es comodito y tramposo, y sabe que el camino correcto es el camino fácil (es algo natural en él). Por ello, el niño aprende a mentir, porque para él, mentir es lo fácil.

Cuando comenzamos a vivir una vida que presenta dificultades, la misma vida nos está diciendo que ella es incorrecta. No podemos vivir otra vida, pero sí podemos modificar el rumbo. Debemos modificar nuestro propio Camino. El Camino original de la Masonería era fácil. Todo Aprendiz, Compañero y Maestro conocen sus alcances, sus responsabilidades, derechos y obligaciones. Todo masón conoce sus compromisos con la Masonería. Y lo fácil es hacerlo. Lo difícil, lo incorrecto, es cuando caemos en las trampas del Camino, en el oropel del ego, en todo aquello que corrompe el espíritu de la Masonería.

Las cosas más fáciles de la vida son naturales, mas también tienen que producir comodidad y relajamiento. Las cosas difíciles son incómodas, nos sumen en el estrés y la desesperación. Lo difícil es alimento para el ego y nos vuelve ciegos a lo maravilloso que nos ofrece la vida, impide que nuestro corazón se abra. El ego nos impide amar a plenitud, cantar, bailar, ser nosotros mismos como nosotros queremos y no como los demás quieren que seamos.

Lo fácil es lo correcto. Continúa con facilidad y estarás en lo correcto. Busquemos la comodidad y la relajación; busquemos la naturalidad de las cosas de la vida, siempre lo ordinario es lo más extraordinario, alejémonos de los condicionamientos sociales. Estos afirman que una vida extraordinaria no es tal si no va acompañada de la búsqueda del poder, del prestigio y la respetabilidad, de las riquezas, de la gloria y el honor. Pero nada de esto es divino. Lo fácil es lo divino. Lo natural es lo divino.

miércoles, 24 de noviembre de 2010

7 PINCELADAS DE MI MENTE...

...unas reflexiones:

1.- Existen dos maneras erradas de asumir a la Masonería:
     a) Como emancipadora política y
     b) como enemiga de la religión.

Éstas dos visiones le han dado armas a sus detractores para combatirla.
Lo peor es que los Masones ejercen una enorme traición a la Orden al aceptarlas.
      (así nace la Intolerancia).


2.- Todo Masón debe Comprender y Amar.


3.- Por lo menos una vez en su vida, todo Masón debería...
     a) Visitar un museo de arte,
     b) asistir a un concierto de la música que más le agrade,
     c) defender una injusticia de la que sea testigo,
     d) salvar del maltrato a un ser vulnerable,
     e) viajar a otras tierras
     f) y llorar cuando nadie lo vea...


4.- El Masón no debería tener una visión tan parcial acerca de la Francmasonería para afirmar que es Liberal, ni tan elitista para creer que es exclusiva.


5.- El Masón jamás debe buscar el controlar a los demás.
     El control es una ilusión.
     El control es una trampa del ego.


6.- Cada masón del Universo ha sido bendecido por Dios con un don particular y único...
                ...y está obligado a compartirlo con la humanidad entera.


7.- Sí, existen otras vías que acortan o alargan el trayecto del Caminante masónico. Pero ninguna ofrece lo que la Masonería a sus adeptos:
                      -La experiencia del Viaje.

domingo, 21 de noviembre de 2010

LA LIBERTAD (En mi entendimiento personal)

El Hombre Occidental ha sacralizado la palabra “Libertad” sin siquiera comprender la totalidad del término. Se cree que la Libertad es un afán de emancipación entre los hombres en lo político, en lo económico y hasta en lo comunicacional. El hombre de hoy busca afanosamente la Libertad propia y la Libertad común. Tanto, que es capaz de asesinar a sus propios hermanos para conseguirla. Tal es el abuso que se ha hecho de ésta palabra que se ha caído en excesos absurdos que, lejos de sublimar a la Libertad, la han manchado de ambiciones, hipocresías e ignorancias.
Todos los hombres anhelan ser libres, pero ninguno sabe cómo. Hay quien toma las armas con el fin de defender abstracciones imaginarias como la Patria o a Dios. El Creador vomita a los asesinos con arcadas de asco, especialmente a los que matan en Su nombre.
Nadie quiere ser siervo de otra persona. A nadie le gusta verse sometido a los deseos y a los caprichos mundanos de los demás. En sí, el hombre se rehúsa a ser dominado por su igual.
En su mundo de ilusiones, el hombre se ha creado sus propios enemigos. El hombre común siempre ha necesitado de su propio némesis; su contraparte perversa. La ilusión se transforma en pesadilla bastante vívida para asumir la lucha que de personal se vuelve colectiva. Ya no es uno, sino cientos de hombres, sino miles de hombres quienes buscan su liberación. Se aferran entonces a una idea que no les pertenece, porque la idearon otros. Saltan a la lucha ajena y una vez que uno de los bandos aparece triunfante, estallan sus egos, vanagloriándose de una conquista sellada en sangre para regresar a su cotidianeidad asfixiante.
La guerra no engrandece a nadie, mucho menos aquella que se cimienta en el sagrado nombre de la Libertad. Poco importa la causa: toda guerra se sustenta en el odio. La Libertad no es un acto de odio, es una idea de amor.
La Libertad tampoco es una estatua muerta. Muchos hombres presumen y se ufanan de aquellos “Hacedores” que en el pasado se glorificaron en nombre de la Libertad y año tras año, en determinadas fechas, los recuerdan. Ni siquiera tienen una idea de la sangre que se derramó por causa de estos “Hacedores”. Nadie derrama lágrimas por los perdedores ni por los ganadores caídos en batalla.
El hombre común busca la Libertad de hacer, de decir y de pensar. Cree que la Libertad consiste en hacer lo que se quiera hacer, en buena o en mala medida, para bien o para mal. Poco le interesa la opinión de los demás si con su libertad satisface al dragón de su ego; si con su libertad alcanza sus deseos mundanos más anhelados; o sus vicios más profundamente arraigados.
Para el hombre común, la Libertad consiste en sacudirse del yugo de las presiones exteriores, como si se trataran de una molesta mosca. Para el hombre común la Libertad es desembarazarse de las circunstancias de su entorno, de las personas que estorban su Camino. Pocos llegan a darse cuenta que la mayor esclavitud es la propia mente. Pocos son los que se percatan de que el verdadero tirano que los agobia reside en ellos mismos, en el propio hombre. Y ese enemigo es el ego.
La verdadera Libertad no consiste en pensar lo que se quiera, decir lo que se quiera o hacer lo que se quiera. La verdadera Libertad no es tener poder, honores o gloria. La verdadera Libertad tampoco es renunciar al mundo, vagar como ermitaño o vivir como monje, aislado de todo y de todos. Esos son momentos de una libertad egoísta y mal entendida por los hombres. Éstas son libertades políticas, económicas o sociales, necesarias para el bien de la comunidad, pero irrelevantes para el Yo Interno.
Quien hace el Camino no debe de evadirse del mundo; no debe evitar a los demás. No obstante, el Caminante ha de procurarse a sí mismo, darse una mayor –aunque no mejor—importancia interior. Como organismo independiente y a la vez perteneciente a la comunidad, el Caminante no debe vivir ajeno a esto, pero ha de procurar la práctica de la Libertad Verdadera con perseverancia, con fe y con discernimiento, asido del brazo de la Verdad. Aprender a liberarse a sí mismo. Esa es la verdadera Libertad.
La Verdadera Libertad, aquella que proclama la Francmasonería y que malinterpretamos los masones, es la que consiste en desembarazarse del ego, de los deseos mundanos, de los falsos pensamientos, de todo aquello que disgusta, ata y nos esclaviza. La Verdadera Libertad es el destierro para siempre de los vicios que, cual fardos, cargamos e n la cotidianeidad del hombre ordinario.
Las pasiones y los deseos son quienes esclavizan al Hombre. Ambos se encuentran fincados en la mente. Y es la mente la causante de la falta de Libertad del hombre. La mente crea ilusiones, alimenta al ego y nutre de deseos banales y mundanos al hombre. La mente crea un mundo ilusorio alrededor del hombre y ordena al cuerpo. Por ello, el cuerpo obedece: se alimenta con vicios, con pasiones, con falacias. La mente esclaviza y coarta a la Libertad, impide la liberación interior.
Las demás libertades no nos son útiles en esto. La libertad política, la independencia económica, la emancipación sexual, la social no liberan al hombre de angustias, de depresiones, de temores, de dudas, de enfermedades. La verdadera liberación es liberarse a sí mismo. Hasta que el Hombre no consiga trascender las limitaciones de su mente, no se habrá emancipado. La Libertad seguirá, entonces, siendo una utopía: un ideal inalcanzable. El Hombre debe dominar lo interno de sí: someterlo y controlarlo.
La Libertad es hermana de la Justicia en tanto ambas son ideales inalcanzables para las sociedades. La Justicia humana no se consigue haciendo leyes, sino purificando al corazón. Por lo mismo, una sociedad nunca será libre en tanto sus individuos sigan esclavizados a sus ambiciones, a sus deseos y a sus pasiones mundanas. El gran masón José Martí, afirmaba: “Haga hombres quien quiera hacer pueblos”. Nadie puede dar Libertad Verdadera al hombre, salvo él mismo. Y si se pretende reformar a la sociedad, lo primero es reformarnos a nosotros mismos.
No es verdad que el hombre viva esclavizado en su propio cuerpo físico. Éste no es sino el vehículo por el que transitamos en ésta vida material. Por ende, hay que respetarlo, hay que cuidarlo, mas no volvernos víctimas de él ni dejar que nos domine. Ninguno de nuestros cuerpos debe dominarnos; ninguno debe esclavizarnos. La Libertad nace del sabio equilibrio que le otorgamos a cumplir o no los caprichos del cuerpo mental, del cuerpo astral y del cuerpo físico.
Quien sigue el Camino, sigue también en la ruta de la Libertad Verdadera. No la que marcan los demás, sino la que nos trazamos nosotros mismos. En tanto nos alejemos cada vez más de nuestras miserias, de nuestras ignorancias y de nuestros egoísmos, nos acercaremos cada vez más a la Libertad Verdadera.
Como Buscadores, hemos de escudriñar dentro de nosotros aquello que nos impide ser libres. Afuera, en el exterior, no hallaremos nada salvo lo accesorio, lo vano, lo fútil.
Y muy especialmente, nunca olvidarnos del Amor. La Libertad Verdadera consiste en hacer con Amor lo que se debe hacer y amar todos y cada uno los reinos de la Naturaleza.

NOTA: Las obras de arte que aquí se muestran son de la pintora iraní Beheshteh Zebni. De arriba a abajo: "Inner and outer life of my motherland women", "New bride", "Religion" y "Women in paradise 1".

martes, 16 de noviembre de 2010

LA VACUIDAD

La Vacuidad es el vacío. Es la ausencia de todo aquello que ensombrece a nuestra mente y nos impide el progreso de nosotros mismos. Vacuidad es un estado en el que nos vaciamos momentáneamente de nuestra mente.

El Sutra del Corazón dice que “la forma es vacuidad y la vacuidad forma; la forma no difiere de la vacuidad ni la vacuidad de la forma”. El vacío no es la Nada y en él cabe la forma.

Quedar en Vacuidad es quedar con carencia de deseos, con desapego a las cosas materiales. Al usar la preposición “con” me refiero asimismo a llenarnos de nuevo, ésta vez con cosas que valen la pena, con cosas que nutren la mente, con cosas útiles para nosotros mismos y para nuestro desarrollo con los demás.

La mente debe quedar vacía de prejuicios, vacía de todo lo inútil, todo lo accesorio, todo lo material. Debemos vaciarnos del Ego. Porque una vez que la mente se vacía, queda espacio en ella para ser llenado con lo no-ilusorio, con lo real, con los bienes espirituales que nos conectan con el Uno, con la Totalidad.

Vacuidad es deshacernos de lo vano y de lo fútil. Vacuidad es estar, es ser sin ego, sin conocimientos vanos, sin prejuicios, sin malas vibraciones en el Yo; sin todo lo que nos estorbe.

La mente es la que debe vaciarse. No podemos vaciar nuestro cuerpo físico ni nuestro espíritu. El cuerpo físico no puede vaciarse. El cuerpo físico es materia; es además, el vehículo, la herramienta. Vaciar el cuerpo implicaría quedarnos sin órganos, sin huesos, sin músculos.

Tampoco podemos vaciar el espíritu. En el espíritu mora Dios. A Dios no podemos sacarlo de nosotros, nadie puede. A Dios podemos ignorarlo, hacerlo a un lado en nuestras vidas, restarle importancia, pero no expulsarlo. No podemos vaciarnos de Dios, por lo que no podemos vaciar el espíritu. Lo único que queda es llenar al espíritu de Dios, del Uno, del Todo.

Podemos cometer el inexperto error de vaciarnos de todo aquello que nos es útil y verdadero, todo lo que es real y beneficioso para nosotros; y al contrario, llenarnos de lo ilusorio, lo inútil, lo falso, lo egoísta. Mas el Caminante deberá evitar ésta trampa y saber hacer uso de la facultad del Discernimiento y distinguir dichas facetas.

Le restamos importancia a los espacios vacíos porque nos parecen inútiles. Creemos que los espacios vacíos son inservibles, pero en realidad es al contrario: el espacio vacío es la parte más importante, porque es susceptible de ocuparse.

Una casa la definimos como paredes, techo y piso, con puertas y ventanas. El espacio vacío que se encuentra entre las paredes es importante, porque es el espacio que ocupamos para habitar. Nadie vive en medio de una pared. El espacio vacío es lo verdaderamente importante.

El espacio vacío de un vaso es importante, porque es el lugar que ocupa un líquido. Las paredes y el fondo del vaso sólo albergan un vacío, un espacio que espera ser ocupado. No bebemos el vaso, bebemos el líquido cualquiera que este sea que alberga el vaso. Así es la mente.

Nos debe de preocupar que el vaso no tenga fisuras, no tenga cuarteaduras ni esté roto, porque entonces sí sería inservible: el líquido se filtraría por doquier. Nos debe de preocupar que las paredes de nuestra casa estén en buen estado, porque si no, la casa se nos caería encima con la menor vibración. De la misma manera, hemos de preocuparnos por preservar nuestro cuerpo físico, porque es el recipiente que alberga a nuestra mente. Y la mente se manifiesta por medio del cuerpo: es su vehículo, su herramienta.

Quedar en vacuidad es la oportunidad que tenemos para volvernos a llenar. Deshacernos de lo viejo e ingresar lo nuevo es también parte de la Masonería. Por ello, en la Orden Masónica existe un sistema de grados.

No podríamos ser eternamente Aprendices. Es necesario trascender en el Camino. Podemos ser Aprendices un tiempo; podemos ser Compañeros otro tiempo y Maestros en otro tiempo. No podemos ostentar un mismo grado para siempre, porque lo que alguna vez fue novedad, quizás hoy resulte anacrónico. Hay que vaciarnos, reducir el espacio para lo nuevo; abrir la mente al cambio, a la transformación, a la rebeldía.

Los grados masónicos, como las experiencias en nuestras diferentes edades, no se van guardando en la mente; se van guardando en el espíritu, que es quien trasciende al Uno. Las enseñanzas de los grados masónicos quedan en nuestro espíritu, en el Ser. El Ser no puede vaciarse, pero la mente sí puede vaciarse.

Cuando adquirimos ropa nueva, a veces la solución para guardarla es comprar un ropero nuevo. Lo más conveniente es deshacernos de la ropa vieja para poder llenarlo de nuevo. Lo viejo debe dar paso a lo nuevo. Debemos deshacernos de todo lo viejo, todo lo inútil, todo lo inservible para poder utilizar lo nuevo, lo útil, lo que sirve. Quien colecciona antigüedades, también colecciona sufrimientos, también colecciona energías muertas, tristezas y amarguras. Podemos comprar un ropero nuevo, pero no podemos comprar una mente nueva.

La Vacuidad es cíclica. No podemos estar vacíos de la mente todo el tiempo. Pero es conveniente vaciar la mente cuando ésta se nos llena de basura.

La Vacuidad es momentánea. Debe de ser un instante intermedio entre el despojo de lo vano, de lo ilusorio, de lo fútil, de lo inútil e inservible y el instante en que nos colmamos de lo real, lo útil, lo verdadero, lo que nos lleva a nuestro desarrollo.

Ese momento, el momento de la Vacuidad, es un instante de paz, de tranquilidad, de quietud. Es un momento con nosotros mismos y con el Uno.

viernes, 12 de noviembre de 2010

LA INUTILIDAD DE LA MASONERÍA

La vida, a veces, nos parece escasa de sentido. Estamos demasiado acostumbrados al trabajo, al estudio, a la vida en familia. Poco tiempo lo dedicamos a nosotros mismos, hasta que se nos abre el Camino de la Masonería y es entonces cuando tomamos la determinación de asumirlo o de negarlo. Quienes estamos en una logia masónica es porque aceptamos seguir ese Camino, el Camino de la Masonería, pese a su inutilidad.


La vida nos parece escasa de sentido porque el sentido nace del equilibrio entre lo útil y lo inútil. Cuando no estamos creando, nos sentimos inútiles. Cuando no estamos adquiriendo conocimientos, nos sentimos inútiles. Si creamos, nos sentimos útiles. Si aprendemos, nos sentimos útiles. En la Masonería no creamos, a veces sólo estamos estáticos, a la expectativa. La Masonería es nuestro opuesto vital. Es opuesto porque rompe, quiebra la normalidad, nuestra cotidianeidad. Olvidamos con frecuencia que lo opuesto es necesario, porque es atractivo. La Masonería, por muchas razones, es atractiva. Siempre lo ha sido. Y cuando negamos lo opuesto, surgen complicaciones.

Negamos lo inútil porque nos parece superfluo. Nos da más satisfacción el trabajar, nos da más deleite el crear, porque enaltece a nuestro ego. Entonces negamos lo que nos parece inútil. Y si negamos lo inútil, no habría utilidad en el mundo. Si negamos lo inútil, a la vez estaremos negando lo lúdico, lo divertido, lo que en verdad nos satisface. Pero estamos programados de antemano por una sociedad que asume y nos obliga a asumir que lo fácil es lo incorrecto y que todo lo que es difícil es la vía correcta.

No queremos creer que cuando hacemos algo inútil es cuando en verdad somos nosotros mismos, cuando aflora nuestro verdadero YO. Empleamos nuestro tiempo en cosas inútiles y es en ese preciso y precioso instante cuando en realidad somos. Los necios sólo saben darle a su tiempo un único uso: transformarlo en más y más dinero. Platicad con un necio: todo de lo que sabe hablar es de dinero, de cómo ganarlo, como ahorrarlo, como gastarlo. Y nos abrumará con consejos que apelan a que sigamos sus mismos pasos para hacer de nuestra vida un “éxito”, para hacerla útil.

Cuando el mundo se hace demasiado utilitario, creamos muchas cosas, poseemos muchas cosas, nos obsesionamos con ellas. Pero a la vez, perdemos lo interno, porque lo interno sólo puede florecer cuando no existen tensiones externas, cuando no se va a ninguna parte. Cuando nos distraemos, cuando dejamos de lado la careta del empleado, del jefe, del padre, del hijo, del profesionista; cuando dejamos de lado todo eso, somos en realidad nosotros mismos.

Hemos eliminado todas las actividades recreativas pensando que toda nuestra energía se debe volcar en el trabajo porque nos lo han enseñado. Nos han programado y re-programado para ello. “Haz algo útil” nos dicen. Y hacer algo útil es trabajar, escalar posiciones, realizar un curso, atesorar riquezas materiales, todo aquello que nos reporta beneficios materiales, pero que nos hace olvidarnos a nosotros mismos. Le dedicamos tanto tiempo a hacer lo útil, que nos olvidamos de lo inútil, de aquello que nos pone en contacto con nuestro YO.

La Inutilidad significa disfrutar de algo sin extraerle un beneficio de ello, sólo aprovechar el momento que se nos abre, ser como en realidad somos. Ese es el primer paso que hemos de dar. Somos Buscadores. Venimos a la logia a buscarnos a nosotros mismos sin hacer nada útil, sino algo verdaderamente inútil a ojos de Los Otros. Porque no comprenden. Se niegan a entenderlo. Los Otros creen que al hombre le basta trabajar, dormir, comer, cumplir como esposo, padre o hijo, y a veces divertirse sólo en el papel de espectador, nunca como ejecutor (ver televisión, ir al cine, asistir a algún evento cultural o deportivo). Nunca nos divertimos por nosotros mismos, dejamos siempre que alguien más nos divierta y creemos que así somos felices, que al reírnos de las gracias de otro estaremos satisfechos. La sociedad nos impone, incluso, las normas y los elementos para divertirnos y nos han condicionado para ejecutarlas. Lo peor es que creemos que ESO es fraternidad.

La Masonería es inútil porque no obtenemos dinero por hacerla, no sacamos ningún provecho utilitario. Sólo SOMOS en ella.

La Masonería es inútil porque en ella o a través de ella no creamos nada útil, física o materialmente hablando.

La Masonería es inútil porque la disfrutamos sin máscaras “aceptadas” por los demás.

La Masonería es inútil porque no nos otorga diploma alguno por nuestros conocimientos y que podamos anexar a nuestras hojas de vida o a las solicitudes de trabajo.

La Masonería es inútil porque no nos da un trabajo que nos reditúe en ganancias económicas.

La Masonería es inútil porque no nos obliga a nada. Ni al éxito ni al fracaso. No hay recompensas que nos exalten ni castigos que nos lastimen.

La Masonería es inútil. Y por eso mismo, es verdaderamente hermosa y sublime.

lunes, 1 de noviembre de 2010

UN NUEVO PACTO ENTRE MASONES // A NEW DEAL BETWEEN FREEMASONS

I.- Al masón se le abren siempre dos caminos. Por su misma naturaleza está obligado a elegir el más áspero: aquel que representa el Cáliz de la Amargura. No obstante, como ser humano que es, debe procurar hasta lo imposible para buscar la felicidad.

Freemason is always open two roads.By its very nature is forced to choose the harshest: the one who represents the Chalice of Bitterness. However, as a human being is, it must try every possible way to pursue happiness.


II.- En la Masonería, los grados son utilizados para satisfacer la soberbia de los masones, los puestos para satisfacer su ego, los rituales para satisfacer su Espíritu y la Orden para satisfacer a Dios y a la humanidad.

In Freemasonry, the degrees are used to satisfy the pride of the Masons, the jobs to satisfy his ego, rituals to satisfy its Spirit and the Order itself to please God and mankind.


III.- Por más que el masón se empeñe en desmentirlo, el principal enemigo de la Orden Francmasónica no es ninguna Iglesia. Es la soberbia propia de sus miembros.

As much as the mason to strive to deny it, the Church isn't the main enemy of the Freemasonic Order. It is pride itself of its members.


IV.- En la Francmasonería nadie falta ni nadie sobra. Permanece quien debe estar y nunca ha de correr prisas por escalar posiciones.Todo cae por su propio peso.

In Freemasonry nobody fault and nobody spare. Remains who should be running and never rush to climb positions. Everything falls under its own weight.


V.- La Masonería es una institución extraordinaria; es una lástima que haya caído en manos de masones que actúan como profanos con mandil y lo peor es que ningún masón hace nada por evitarlo.

Freemasonry is an extraordinary institution, it is a shame that has fallen into the hands of Freemasons who act as profanes with an apron and the worst thing is that no freemason does anything about it.


VI.- El grado masónico, cualquiera que éste sea, se obtiene una sola vez y es, debe ser, motivo de regocijo para todos. Ser masón es algo que se adquiere para toda la vida.

The Masonic degree, whatever it is, you get a one-time and should be cause for celebration for everyone. Be a freemason is something to be acquired for a lifetime.


VII.- Todo Maestro Masón está obligado a enseñar.
Todo Aprendiz está obligado a aprender,
Así es de manera simple como debe funcionar cualquier logia.

Every Master Mason is obliged to teach.
Every apprentice is required to learn
It's simple and should work any lodge.


VIII.- Todo masón debería comprender que ningún manual masónico posee la Verdad Suprema de la Masonería. Ningún autor posee el secreto de la Orden. Cada sentencia, cada frase, cada libro, trabajo, buril o trazado de arquitectura no posee sino una ínfima parte de la esencia de la Orden: son átomos de su universo.

Every Freemason should understand that any Masonic manual has the Supreme Truth of Freemasonry. No author has the secret of the Order. Every sentence, every phrase, every book, work, engraving or drawing of architecture does not have but a fraction of the essence of the Order are atoms of the universe.


IX.- El masón está obligado a utilizar su intuición para obtener su secreto. Los libros son sólo un mapa, no el tesoro escondido. Parágrafo: el masón debe leer poco, pero profundamente.

Freemason is obliged to use their intuition to get your secret. The books are just a map, not the hidden treasure. Paragraph: Freemason should read little, but deeply.


X.- El masón tiene derecho a equivocarse y a ser lo suficientemente humilde para aceptar sus errores y lo suficientemente sabio para reconocer los errores de sus hermanos.

Freemason is entitled to make mistakes and be humble enough to accept their mistakes and wise enough to recognize the mistakes of their brethren.


XI.- El masón que no puede ser juez de sí mismo, carece de calidad moral para señalar los yerros de sus Hermanos o de los profanos.

Freemason can not be judge of himself, devoid of moral quality to indicate the errors of his brothers or profane.


XII.- La Iniciación es la ceremonia más sublime y extraordinaria que pueda vivir un ser humano. Ésta armoniza al masón con el resto de sus Hermanos en el universo y forja lazos indisolubles y eternos.

The initiation ceremony is the most sublime and extraordinary human being can live. This harmonizes to Freemason with the rest of their brothers in the universe and creates indissoluble and eternal links.


XIII.- Pocos son los masones que llegan a comprender la esencia de la Iniciación. Quienes han participado en muchas ceremonias de iniciación, creen que todas son iguales, logrando convencer de esto a los Aprendices. La realidad es que cada Iniciación es tan diferente como lo es la mente de cada individuo.

A very few Freemasons come to understand the essence of initiation deeply. Those who have participated in many initiation ceremonies, believe that all are equal, making it convincing to Apprentices. The reality is that each initiation is as different as it is the mind of every individual.